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Rebeca es una mujer soltera, con una vida de éxito e independencia económica. Cae rendida ante las lisonjas y promesas de quien será su futuro marido, sin ser en absoluto consciente del calvario que va a ser su matrimonio y de lo complicado que va a resultarle salir de él. Esta es una historia de ficción basada en casos reales, el de la abuela de la autora y los de un grupo de mujeres con los que conversado. Pero es también la historia de tantas y tantas mujeres anónimas que sufren y han sufrido violencia de género, maltrato físico y psicológico, una denuncia ante hechos que no deberían repetirse una y otra vez. El caso de Rebeca pone de relieve que no existe el perfil de mujer maltratada. No es alguien sin recursos, ni falto de cultura o trabajo, sino alguien con la vida resuelta que se ve atrapada en una historia que ella creyó de amor y terminó siendo terrorífica. Porque la violencia psicológica no se ve, pero sus huellas son de largo alcance: "El maltrato psicológico no deja señales a la vista, pero devasta el alma". Rebeca y su marido tienen tres hijos que ella debe proteger de la violencia de su padre, porque para hacerle daño a ella maltrata a los pequeños. Y tanto en su trato con ellos como en el episodio del coche y la botella de refresco hay violencia física, él pierde el control y reacciona de manera desmedida e inapropiada. Pero Rebeca abre los ojos, busca ayuda, toma decisiones y trata de salir del círculo... aunque no sea fácil. Avanzar en esta historia es entrar en la cabeza de una mujer maltratada, pasar páginas y conocerla es pensar, analizar y reflexionar a su lado. Es darle visibilidad. Enlace: https://www.instagram.com/aa.. |
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