Los hombres perfectos

En ella nos encontramos con Gala, un alma libre que nunca pensó que caería en las tareas de la vida cuadriculada, hasta que Nico se cruzó en su vida.

Su matrimonio hace tiempo que dejó de ser emocionante, pero aún así se lleva una buena sorpresa cuando descubre que su aburrido marido la ha estado engañando con otra.

Gala aprovechará este descubrimiento para devolver las cosas a su cauce e intentar ser ella misma otra vez.

Esa otra es Liliana, hija del dueño de una farmacéutica que busca la forma de que su madre abra los ojos y vea que lleva toda su vida atrapada en un matrimonio falso.

Pero todo lo que ella cree como verdad no es tal. Y eso la deja un poco tocada.

La novela nos muestra a dos mujeres distintas y su forma de entrenarse a un mismo problema. Cada una como el contrapunto de la otra. Empieza muy bien y con fuerza, pero a medida que va avanzando la historia el ritmo cambia un poco.

Es un libro cortito que se lee muy rápido y que mantiene la curiosidad.

La narración es buena y ágil, aunque hay en algunos momentos que se va por las ramas.

El final es tan sorprendente como surrealista, ya no porque pueda ser posible, si no por los motivos que da.

Los personajes son para echar a comer a parte. Gala siempre fue muy libre, pero se ha dejado enjaular y llevar, ahora tiene la oportunidad de resarcirse y lo hace.
Liliana es una niña mimada, las cosas salen como ella quiere o lo destroza todo. Las consecuencia ya las pagará otro, posiblemente su padre en efectivo.
Y Nico es lo peor que te puedes echar a la cara, no hace falta que salga mucho, sus actos hablan por él.