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La novela nos narra los vínculos invisibles que a veces pueden existir entre un determinado lugar y los habitantes del mismo, y como esto puede afectar a esas personas en su vida diaria. Esto mismo es lo que ocurre con la familia Rivera. Esta familia se traslada a una casa con toda la ilusión del mundo para empezar allí una nueva vida. Pero por diferentes circunstancias que no voy a desvelar no es para nada lo que esperan. Y al tener bastantes problemas económicos no tendrán más remedio que seguir en la casa. Tengo que decir que la novela me ha sorprendido muy gratamente. Ya que el terror no es un género que suelo leer, pero por una lectura conjunta quise dar una oportunidad al libro y puedo afirmar que no me arrepiento para nada. La manera de escribir de la autora me ha gustado mucho, escribe de manera muy fluida. Hace que estés en tensión durante todo el tiempo, siempre esperando a que suceda algo malo. Yoselin es capaz de reflejar perfectamente todo lo sufren los protagonistas. Mostrándonos como la casa afecta a sus inquilinos hasta en su forma de ser y de sentir y no a todos o igual. Por lo que podemos decir, que la casa es como un personaje más de la historia. A pesar de que en el libro conocemos a varias generaciones de los Rivera, por lo que el número de personajes es bastante grande y hace que muchas veces no sepas exactamente de quien están hablando. Es algo que no afecta para nada a la trama del libro. En esta novela corta, más que hablar de terror, yo la incluiría dentro del género de terror psicológico. Aunque sin llegar a dar mucho miedo. Es un libro que no te dejará indiferente, de esos que cuando terminas te dejan pensando en él. Lo recomiendo totalmente. |
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