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Tengo que reconocer que cuándo empecé a leer está historia, me sorprendió como empieza, la protagonista ya ha vivido mucho y no me concordaba con la sinopsis que había leído, hasta que avancé en la lectura. La historia se cuenta en dos líneas temporales, Cata del presente y la del pasado. Ambas me han gustado, aunque me he sentido más identificada con la del pasado, inseguridades, no saber que hacer... La parte de su vida en la que conoce a Celia y nos la presenta ha sido de mis favoritas y también ha sido muy emotiva. La protagonista ha evolucionado a lo largo de la historia, no es una protagonista plana, tiene sus momentos buenos, malos y todo lo que vive la hacer ser como es en la actualidad. Su evolución al final es buena y sale de su zona de confort. Tenemos varios personajes más que aportan mucho a la historia. No quiero hablar mucho de ellos ya que lo mejor es conocerlos en la lectura de la historia. La autora tiene una pluma ligera y hace que la lectura sea amena. Ni por todo el vino del mundo es una historia de superación y de evolución. No os va a dejar indiferentes. |
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