La única mujer viva

Estamos ante la tercera parte de la trilogía que empezó con El único hombre vivo y siguió con La noche de la avalancha, por lo que no quiero contar mucho ya que posiblemente caería en spoilers. Esta tercera parte comienza justo en el momento donde acaba el libro anterior, con un pequeño resumen al principio para poner en situación al lector.

Esta novela sigue en la línea, mucha tensión, mucha muerte y mucho terror. Me ha gustado especialmente la evolución de ciertos personajes, para bien y para mal, porque realmente el autor retrata el instinto de supervivencia humano ante una catástrofe de estas características. Por otro lado, el cambio que experimentan los contagiados me ha sorprendido mucho, ya que es algo que no había leído nunca en ningún libro de este género y me ha parecido una vuelta de tuerca tan original como terrorífica.

No sabría decir cuál de los tres me ha gustado más, pero sí es verdad que en este último la trama política se me ha hecho un pelín más pesada de leer, puede ser también porque estaba deseando llegar a los capítulos de Álex Torrent y de todo lo que se cocía en su refugio.

A mi entender el final queda abierto para una posible continuación, por lo que creo que la Araneae Buccella 203 va a seguir haciendo de las suyas.

Si os gusta el género Z tenéis que leer esta trilogía, os va a enganchar sin duda.