Como cualquier libro juvenil, el ritmo es trepidante y no da tregua. En todo momento sucede algo y la acción se desarrolla sin descanso. Y realmente, se echa de menos un poco de pausa. Para mí gusto habría estado mejor si el descubrimiento del origen de Amanda y el aprendizaje de sus habilidades hubieran sido más una evolución que algo que aparece simplemente porque sí. La idea no está mal, pero es como si se hubiera hecho con prisa. Habra que ver que tal sigue. |