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A el Pirri, el Perla, el Araña y el Tijeras les hacen un encargo. Como la ayuda social que reciben apenas les llega para comer y solo llegan a final de mes cogiendo alguna que otra cosilla en los chinos, la posibilidad de ganar una cierta cantidad de dinero les viene que ni pintada. Un jubilado del barrio les cuenta que en su edificio han abierto un narcopiso. No consiguen echar a los camellos por los medios legales y los inconvenientes que trae tener algo así en el lugar donde viven son insalvables. Han decidido acudir a medios menos convencionales y, por eso, encargan a este curioso grupo que echen a los traficantes, como sea o como puedan. Además de la posibilidad de ganar algo de dinero, el hecho de que los que trapichean en el narcopiso no sean del barrio, saca a relucir la conciencia de barrio del Pirri y sus amigos y deciden aceptar al encargo aunque son conscientes de que será muy difícil llevarlo a término. “Narcopiso” nos habla de unos personajes que son unos auténticos perdedores. En su día estuvieron enganchados a las drogas y cometieron delitos. Hoy sobreviven con un enganche algo más suave al alcohol, con ayudas sociales y mangando alguna que otra cosilla. Ellos viven a pesar de que en su barrio los yonquis cayeron como moscas. Y no están demasiado tocados para lo que podía haber sido. No trabajan, se pasan el día en el bar del Julio y, en el caso del Pirri, leyendo. Porque le encanta leer y hacer crucigramas para ampliar su vocabulario. Son personajes casi al margen de la ley y de la vida, perdedores de manual, pero con conciencia de barrio y un peculiar código del honor. No son mala gente y acaban por hacerse con el lector. Especialmente el Pirri que no sólo es el protagonista sino también el narrador de la historia. En primera persona nos va contando sus cosas, su vida y lo que van a hacer respecto al narcopiso. Con un lenguaje más que coloquial, muy “quinqui” (molar, pirulas, dabuten… ), nos habla de tú a tú y acaba haciéndose simpático, la verdad. No es mala gente aunque haya hecho y se plantee hacer cosas malas, pero es un tío simpático, que lo ha pasado mal y que sobrevive como buenamente puede. No ha tenido el Pirri una vida fácil. Ha visto morir a amigos y compañeros. No tiene más familia que su hermana y una amiga de ésta –ambas dedicándose a lo mismo- que es una especie de novia a temporadas. Si habéis leído a Paco Gómez Escribano ya sabéis cómo escribe y en qué género se mueve. “Narcopiso” es como sus otras novelas. Situada en un barrio marginal, con personajes más marginales aún, con un lenguaje casi barriobajero, extremadamente coloquial, su peculiar estilo es claramente distinguible. Conclusión final “Narcopiso” es un libro entretenido y un tanto gamberro sobre unos personajes en el filo de la ley pero con un código de honor y unos principios de barrio que hacen que el lector acabe apreciándolos. Una novela no exenta de crítica social, que he disfrutado mucho. Enlace: https://librosquehayqueleer-.. |
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