Los saltadores de libros

Si tuviera que describir este libro con una palabra sería magia.

Esa sensación de haber encontrado un libro que te recuerda esa magia de la literatura que a veces tendemos a olvidar. He empezado a leer este libro y así, lo que dura un chasquido de dedos, estaba otra vez en mi infancia.

Los personajes me han encantado, la trama me ha parecido una auténtica maravilla y tengo que alabar la originalidad de la historia.

Amy Lennox es una chica que huye con su madre a la Isla Stormsay, en Escocia, a refugiarse durante las vacaciones de verano para escapar de una vida que no les está yendo demasiado bien. Su madre, Alexis, acaba de perder un amor grande, y está destrozada. Amy tiene algunos problemas en su colegio, y prefiere no pensar en cierta fotografía que circula por ahí y que la ha hecho sentir pequeñita.
Pronto descubrirá que su familia, los Lennox, tienen un insólito don: son saltadores de libros: basta con que se pongan el libro al que quieren viajar en la cara para que se cuelen en su interior. Amy, al principio reticente a creer en esto, pronto descubrirá lo maravilloso que es poseer este don cuando también ella salte dentro de la literatura, en su caso dentro de El libro de la selva, conociendo a Shere Khan, a Mougli... Amy sabrá entonces que su familia tiene un oscuro y turbulento pasado: la enemistad de los Lennox con los Macalister ha ocasionado un daño irreparable en la literatura, firmando entonces un tratado de paz que dura hasta la actualidad, aunque se tambalea ligeramente. Descubren entonces que un ladrón está robando las ideas de los libros en los que ella y los demás saltadores frecuentan. de pronto el malvado de Cumbres borrascosas ya no está, y en el libro todos han olvidado que tienen que ser malvados. La flor de El principito ha desaparecido, el conejo blanco de Alicia tampoco aparece para que Alicia pueda encontrar el País de las Maravillas, el retrato de Dorian Gray ya no está, y Dorian se halla desorientado. ¿Quién es el ladrón? ¿Por qué lo hace? ¿Cómo podrán detenerle? Con la ayuda de Will, otro saltador, tratarán de desentrañar este gran misterio.

De verdad, no tengo palabras para describir esta historia. No consigo sacarle ninguna pega y no puedo ser del todo objetiva debido a la emoción que todavía siendo en la garganta, me ha enganchado y enamorado tanto que no puedo ponerle un pero.

La pluma de la autora es tan bonita y dulce que me ha transportado a mi infancia una y otra vez, y me ha hecho creer que de verdad se puede viajar a muchos mundos a través de la literatura y conocer a infinidad de personajes literarios como Werther, Sherlock Holmes, Elizabeth Bennet, Peter pan...

La trama me ha parecido muy bien construida, manteniendo mi intriga en todo momento y encajando cada pieza en su lugar, aún así me ha hecho dudar casi hasta el final, con un misterio digno de Sherlock y un rompecabezas que me encantó conocer.

Además, la historia se intercala con pequeños pasajes de una historia antigua sobre una princesa, un caballero y un monstruo. Este cuento que aparece tras cada capítulo será el nudo de la historia y el nexo de unión para desentrañar el misterio. Me ha parecido una historia tan mágica y tan de cuento de hadas, semejante a las historias medievales sobre princesas, castillos, magia, peligros y aventuras.

La originalidad de la novela es lo que más destaco, la autora ha construido una historia a partir de otras dándole a todos los elementos un sentido distinto y único.

La narración es en primera persona por Amy, alternando pequeños pedazos de cada capítulo en los que, cambiando a tercera persona, veremos lo que piensa y siente Will de todo el asunto.

Me quedo con una historia preciosa que siempre voy a llevar en el corazón por haberme representado de forma tan gráfica el poder de la literatura. Ojalá pronto pueda volver a leer otro libro de esta autora.