Nina y Maddalena viven una infancia impregnada de abandono y decepción. Su vínculo de hermanas crece en el ambiente hostil y les acompaña hasta la edad adulta al tiempo que forjan personalidades muy diferentes y en ocasiones complicadas. La hermana mayor, Maddalena es la narradora en dos espacios temporales: cuando eran niñas y en el presente en el que ambas viven lejos, cada una con su vida, pero la comunicación sigue siendo continua. Es una novela intimista llena de sutilezas y de profundidad psicológica. Es melancólica y franca. Personalmente me han conmovido los fragmentos de la infancia y, aunque el resultado es coherente, las partes de la adultez me han dejado más fría. La ambientación en Nueva York y Roma es fantástica. |