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Reflejos es una novela que, inevitablemente, atrapó mi atención por su preciosa portada. Luego, con la sinopsis continuó ganando puntos y supe que tenía que leerla sí o sí. Si no me equivoco es el primer libro que publica Elia Giner y ha sido una lectura muy entretenida que, con algún que otro cliché típico de la literatura juvenil, nos aborda una premisa interesante, con romance adolescente y cierto toque de suspense e investigación tanto de la propia protagonista como policial. En Reflejos conocemos a Carla, una joven de quince años que está sufriendo una situación complicada: sus padres han decidido divorciarse y ella se encuentra en plena mudanza con su madre y su hermana pequeña. Les espera un nuevo hogar en un chalet a las afueras de Madrid, nuevo instituto, nuevos aires, nuevos amigos, etc. A Carla toda esta situación le está pasando factura, no sólo por la idea de vivir lejos de su padre, sino también por la falta de habilidades sociales. Con todo, se ha salido con la suya y ha conseguido convertir el ático en su habitación y los de la mudanza ya han colocado todos sus muebles en su nueva habitación, incluso un gran espejo de cuerpo entero que, supone, deben haber dejado los anteriores inquilinos, y los de la mudanza ha pensando que iría bien en su habitación. Sin discutir mucho el tema, decide quedarse con él, pero hay algo extraño en su superficie y Carla pronto descubrirá que dicho espejo tiene la habilidad de hacerle ver cosas del pasado y del futuro que le pueden ser útiles. ¿Qué hará con ella? ¿Qué uso le dará a espejo? ¿Hay alguna misión detrás de ese espejo? Reflejos está narrado en primera persona desde el punto de vista de Carla, dirigiendo su voz al lector, como si nos estuviera contando su historia de primera mano. A través de Carla vemos lo que sucede en su nueva vida y cómo afronta los cambios que se van dando en tan poco tiempo. Sus pensamientos son bastante comunes y habituales en situaciones como las que sufre: tener que abandonar su pueblo natal, dejar atrás a sus amistades para empezar nuevo instituto y tratar de encajar y hacer nuevos amigos, tener que vivir con su madre y su hermana lejos de su padre, sentir que el concepto de familia se difumina y sus padres se tratan como meros conocidos que comparten dos hijas en común, etc. Son muchas las dificultades emocionales por la que pasa Carla y con su narración es fácil sentir empatía y ponerse en sus zapatos. Son problemas que descuadran a cualquier edad, y más en la adolescencia donde o todo se ve como una montaña de problemas o resulta difícil entender las decisiones de los adultos. Por esos motivos me ha agradado mucho Carla, nuestra protagonista. Tiene sus más y sus menos pero conforme avanza la historia, y en mayor parte también gracias a lo que aprende con el espejo mágico, Carla empieza a entender que siempre hay mucho más de lo que se ve a simple vista, de lo que percibimos con nuestros sentidos, y que no hay que juzgar o culpar a las personas por tomar decisiones o hacer algo con lo que no estamos de acuerdo o, entendemos, que son decisiones egoístas. En cuanto al resto de personajes, entre los más importantes, tenemos a Julia, la hermana pequeña de Carla. Es todo lo contrario a Carla: una niña extrovertida, sociable y toda una apasionada de la moda y de hablar por los codos. Desde el primer día de instituto, Amaya se convierte en su mejor e inseparable amiga. Amaya también es una chica muy extrovertida y simpática, con más importancia en la trama de la que se espera en un principio. Y también es la hermana menor de Hugo, compañero de Carla y el primer chico por el que empezará a mostrar un interés romántico. También tenemos a la madre de Carla, Mauro, varios inspectores de policía... pero será mejor que los conozcáis por vuestra cuenta. Reflejos es un libro que cuenta con algunos tópicos de este género como es la idea de que la protagonista cambie de ciudad y se vea obligada a adaptarse a un nuevo entorno, a un nuevo instituto y a hacer nuevos amigos; pero también tiene su toque original e innovador, con cierto halo de magia y misterio, que hace que la historia adquiera un punto de intriga para el lector. Y es que la idea del espejo termina llevándote por un camino insospechado y propio de las novelas de suspense. También es cierto que cuando comencé la lectura de Reflejos no tenía muy claro qué trama se desarrollaría y el resultado final, pero en ningún momento sospeché que el espejo mágico llegase a manos de Carla para cumplir ESA misión. Es una mezcla de ficción, realidad e investigación que me ha entretenido mucho. En resumen, 'Reflejos' es una lectura juvenil entretenida y amena. Parte de varios tópicos de la literatura juvenil pero, poco a poco, adquiere personalidad propia y desarrolla un argumento sobrenatural y de suspense que atrapa. A través del espejo, Carla emprenderá una peligrosa búsqueda a contrarreloj para salvar a alguien cercano; pero con ese espejo también aprenderá el valor de la familia y el peso de las decisiones que se toman en su entorno. Enlace: https://eraseunlibro.blogspo.. |
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