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"Sé cómo se ven las cosas desde afuera. La gente piensa que con armar un bolsito y salir por la puerta es suficiente... Pero no tienen idea lo que se siente. Es como estar atada de pies y manos, amordazada. Unas amarras que siento que yo misma me puse. Porque tengo miedo todo el tiempo, de decir o hacer cualquier cosa que lo haga explotar." "Tengo miedo todos los días. Cuando llevo a Alejo al jardín, cuando voy al súper, cuando bajo a sacar la basura... Tiemblo de miedo cuando suena mi celular y ni te cuento cuando escucho el timbre. Estoy agotada. Agotada de tanto miedo. Me va a matar." "Una Lucrecia" cuenta en primera persona una historia de violencia y de amor propio. de lo difícil y frustrante que es ver de cerca un caso de violencia de género. Ya sea física, psicológica, económica... Es algo tan institucionalizado y tan normalizado que las mujeres (víctimas, hijas, amigas, hermanas) no podemos hacer nada más que verlo pasar. O, peor, intentamos hacer de todo, chocando todo el tiempo con todas las trabas de la sociedad que nos obliga a verlo pasar igual. Lucrecia Ayala estaba en su último año de secundaria cuando conoce a Lisandro Echagüe y su vida cambia para siempre de maneras que no podría ni imaginarse. El príncipe azul, su amor a primera vista, se transforma en su peor pesadilla. Lo mejor, y por supuesto más desesperante, de la historia es que está contada realmente desde el punto de vista de la víctima y no como mucho del imaginario colectivo piensa que son estás cosas. Más allá de las tramas secundarias de la novela, que son muy interesantes y le agregan un poco de misterio y acción, la vida de Lucrecia te tiene en vilo desde el principio. Tanto que te desespera no poder hacer nada, que nadie haga nada... Es una historia fuerte, que puede abrirnos los ojos a muchas cosas. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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