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Supernona es una viejecita entrañable que las bonitas imágenes de Teresa Coll representan con capa, pero podría no llevarla. No le hace falta porque sus superpoderes se concentran en su capacidad de observación y en el empeño que pone en que todos sean felices. Su amor por el prójimo es tan fuerte que no se detiene ante las injusticias que a veces ocurren a su alrededor. No permite que los chicos se peleen y consigue que el instigador sea consciente de su falta. También es una estupenda cocinera y planta cara al frío tejiendo. Su sonrisa es su mejor arma contra la infelicidad y es que hay pocas cosas que no se le den bien. Su historia nos la cuenta Carmen Gil en estrofas de cuatro versos de siete sílabas que riman en consonante. Todo un ejemplo de humildad, vida sencilla y una forma de ver la vida y de relacionarse que todos deberíamos imitar. Los animales son importantes en la vida de nuestras Supernona porque ella es capaz de contagiarles su alegría, y también al resto de humanos, en su propósito de que el mundo sea un lugar mejor. Una lección sencilla y muy útil que conseguirá darnos esperanza y ganas de imitar a esta abuelita tan poderosa. Enlace: https://www.culturamas.es/20.. |
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