Que bueno es encontrarse con historias pausadas, tranquilas, sosegadas, que se van poco a poco descubriendo, mostrándose y cautivándonos a cada página, así es este libro que nos lleva a principios del siglo XX, a tierras aragonesas, a sus campos, sus viñedos, tradiciones y costumbres La historia está narrada en primera persona por Manuela, una mujer fuerte, decidida, tenaz, luchadora de familia humilde y trabajadora quien nos lleva al pasado para recrearnos su juventud, sus amores, sus sueños, experiencias y vivencias en una sociedad marcada por las clases sociales, donde trabajar para la casa de la familia más adinerada del pueblo era el escalón más alto al que podía aspirar una chica de la comarca, lo que nunca imaginó que allí estaba el inicio de lo que marcó el resto de su vida Basada en las vivencias de la abuela de la autora y recuerdos que se van quedando en la memoria de quienes lo pasaron ésta es una historia de superación, de arrojo, de enfrentamientos, celos, engaños, amores prohibidos, del amor por los hijos y la familia y la lucha interior por esconder sentimientos, secretos, de tratar de aparentar lo que no somos, cuando el destino ya tiene los hilos echados, pero también de fraternidad, amistad, perdón, reconciliación y paz interior |