Un libro que, aunque parece un "tocho" por el número de páginas, se lee despedida pues el autor mantiene el interés en todo momento sobre las dos historias que relata, la vida de Seizô y la de Ekei, un niño y un médico en el Japón medieval, cuyas vidas iremos conociendo. Magnifica la manera en que autor engancha la dos historias en un momento dado
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