El guerrero a la sombra del cerezo

Me da mucho respeto y algo de miedito cuando empiezo una novela histórica, no suelen gustarme, me sentí totalmente masoquista cuando elegí esta novela, ¡historia japonesa, nada menos! Y que ha gustado a tanta gente, más presión. al empezar y enterarme que maletín médico se dice “yakuro”, me dije: “Esto está chupao”, ¡qué joven, inocente e ingenua!
Maravillosamente ambientado y escrito en dos tramas diferentes, puedo decir que, aunque es largo, no me ha hecho pesado ( y eso ya es mucho decir cuando hablamos de este tipo de lectura), Seiko y Kenzaburro (lo siento, pero en mi cabeza suenan así) son de esos personajes que nunca se olvidan y debo admitir que al principio su trama me interesaba más que la del doctor, pero cerca de la mitad, éste ha cogido una fuerza que no esperaba y cuando al final todas las piezas han encajado, en mi cabeza he podido ver la bombilla encendiéndose, lo prometo. El último capítulo me ha emocionado muchísimo, lo que aumenta el valor de las páginas que me han hayan parecido un poco más flojas.
Un libro que nunca hubiera tocado nunca que me ha gustado mucho, y todo se lo debo a los retos, esos que me hacen sudar para encuadrar entre mis gustos y salir de mi zona habitual de lecturas. Toda una experiencia que recomiendo, aunque no os guste la histórica.