Puerto Estelar

Tengo que reconocer que no le he pillado el tono a este cómic.
Lo primero es porque se nos vende que es de George R. R. Martin (en grande en la portada, en el lomo, en la solapa), pero a Martin ni se le ve, ni se le intuye. Da la sensación de que la autora, la americana Raya Golden, ha tomado una idea primigenia de Martin y ha hecho con ella lo que le ha parecido bien, y el resultado es... extraño. Impreciso.
No es un cómic para adultos, porque los diálogos son infantiles y tontorrones, huecos y vacíos, pero tampoco es para niños porque de vez en cuando hay escenas de adultos. ¿Tal vez juvenil? Bueno, si fuese juvenil igual tenía un pase, pero tampoco aportaría mucho ni enriquecería nada.
Como bien he adelantado, la historia es insulsa, errática, inconsistente y, el mayor pecado de un cómic, aburrida. Ningún personaje adquiere profundidad y ninguno se convierte en el principal del libro, algo que siempre desconcierta cuando se lee una novela.
La premisa, o sea, el guion supuesto de Martin, tampoco es atractiva: en tres lugares del planeta se instalan sendos puertos espaciales mediante los que una serie de razas alienígenas deciden interactuar con nuestra raza, hecho que hace que la Tierra pase de ser el lugar que todos conocemos a convertirse en una suerte de taberna multiracial en Tattoine.
Pero si la historia hace aguas por todos lados, el dibujo (también de Raya Golden) queda aún peor parado. Acostumbrado a leer cómics dibujados por Mignola, Jim Lee, Ramos, Cáceres, Janin, Campbell, Alex Ross, Romita y otros muchos monstruos del noveno arte, este cómic me ha supuesto un retroceso a... ¿las patoaventuras? Lo único salvable en la parte gráfica ha sido, tal vez, la ambientación y ciertas páginas de paisajes urbanos bien diseñadas y encuadradas. El diseño de personajes es muy malo, la actividad gestual es pésima, el entintado es regulero y el color es muy plano.
Por valorar algo, la edición de Plaza y Janés es muy buena, con un papel de alta calidad, un tomo cómodo de leer y una tapa dura con sobrecubierta, pero creo que es un producto cuya traducción y comercialización en España no entiendo, por su deficitaria calidad artística, y con el que creo que simplemente están intentando aprovechar el nombre y el tirón de George R.R. Martin para obtener ventas.