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El quinto de la serie Speed y al igual que los anteriores, una explosión de sentimientos encontrados. Andrés Estrella o Mr Star, que puedo decir de él sin quedarme corta y sin desvelar demasiado.... A pesar de haber vislumbrado parte de él en libros anteriores, aquí me ha dejado muda. Me he encontrado con un hombre serio, aburrido e incluso prepotente y antipático para quien no le conoce y la realidad es que es alguien que ha pagado caro un error de adolescencia. Nunca da la espalda a sus problemas, los afronta con responsabilidad y persigue sus metas hasta conseguirlas por mucho esfuerzo que le cuesten. Y no solo sus problemas, también los que afectan a sus seres más queridos. Esto le hace ser desconfiado on determinado tipo de personas, tanto que mete la pata hasta el fondo con Esme pretendiendo darlenjna lección que al final se lleva él. Tengo que decir que los momentos "collar solodario/jaula de oro" son para subrayar. Esme por su parte, es más parecida a Andrés de lo que a ella le gustaría. Aunque en apariencia son la noche y el día, en el fondo su pasado les ha hecho ser igual de desconfiados y esto les lleva a dar una imagen falsa de ellos mismos para evitar acercamientos indeseados y conseguir fines deseados. La diferencia es que Andrés tuvo que cambiar su orden de preferencias por un error propio y Esme ha sufrido el error de otros. A causa de este y su descubrimiento, la vida de ambos y por asociación la de su entorno cambia drásticamente. Quien nos iba a decir que uno de los personajes más siniestros y odiados de la serie iba a tener esa relación con ellos. Rose lo ha sabido hilar tan fino que hasta que no te estalla en la cara ni te lo imaginas. Tenemos secundarios conocidos, unos más que otros. Chantal y Petrov nos acompañan a lo.largo de todo el libro y no puedo decir que sorprendan para bien sino al contrario. Ambos son capaces de cualquier cosa con tal de obtener el fin perseguido, incluso de atentar contra las leyes de la naturaleza. Y Petrov se merece mención especial como "malvado de manual ", me atrevería a decir que incluso peor que eso. No quiero desvelar demasiado pero si diré que deja a la altura del barro a Benedikt. Como es habitual en ella, Rose nos adereza todos esos momentos duros con unos diálogos que te sacan carcajadas espontáneas. Hay frases y expresiones inolvidables al igual que discusiones y conversaciones dignas del mejor libro de humor. Que sería de ellos sin La Vane!!!! Incluso Andrés con todo lo serio que aparenta ser, va cambiando a medida que transcurre la historia y se va apreciando el hombre con sentido del humor que en el fondo es. La aparición de secundarios no tan importantes aquí pero necesarios, va entrelazando toda la trama general para llevarnos poco a poco al final de este libro y prepararnos para el siguiente Enhorabuena Rose, de nuevo me has enamorado de tus personajes y sobre todo de tu escritura. |
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