El libro nos sitúa a mediados del siglo XIX, en el Londres victoriano. Corre el año 1851 y la ciudad se está preparando para la Gran Exposición Universal. Nos encontramos con nuestro protagonista, Rick Hunter, un cazarrecompensas que oculta su verdadera identidad, cuyo pasado le lleva a emprender camino donde el ansia de venganza se convierte en la razón de su existencia. Tras sobrevivir a una emboscada sus pesquisas le llevaran a una floristería, Pasión de Oriente, regentada por la viuda Helen Hartford donde comienza a trabaja. Mientras intenta descubrir quién y porqué le persiguen, se ve envuelto en unos asesinatos que podrán a prueba su capacidad de observación y su astucia. El autor ha logrado crear una novela de misterio, intriga y aventuras, con tintes clásicos. Una mezcla de crímenes, amistades peligrosas, enigmas sin resolver, política y poder, espionaje y amor. Pese a que el ritmo del libro es pausado, sobre todo en la primera mitad y, que en un primer momento no sabes bien por donde va a ir encaminado, te mantiene pegado a sus páginas tratando de descubrir que se esconde. Por sus páginas desfilan ladrones, personajes misteriosos, mujeres enigmáticas e incluso intrigantes juegos de magia. También nos descubre el curioso lenguaje secreto de las flores, basado en ramos en los que la elección, la colocación o el número de pétalos de cada flor tiene un significado. Un lenguaje que tanto puede servir para ocultar mensajes de amantes, como para transmitir planes políticos y económicos. O los tejemanejes del Foreign Office y de la Compañía de las Indias Orientales y su tráfico de opio en la India y China, a la vez que nos hace una gran descripción del imponente recinto de cristal de la exposición, el Crystal Palace. La labor de documentación y ambientación es muy buena. Conoceremos como era el Londres de la época. Recorreremos sus calles, los fumaderos de opio, los suburbios, barrios oscuros y llenos de miseria, pero también el Londres de los lujos y comodidades. La moda, los medios de transporte, las costumbres o la comida típica… todo esta detallado con descripciones muy precisas para trasladarnos a ese ambiente, pero sin que lleguen a aburrir. Los personajes, algunos inspirados en personas reales y otros creados ex profeso, están muy bien descritos tanto físicamente como en cuanto a su carácter por lo que nos resulta fácil simpatizar, sospechar u odiarlos desde el primer momento en que aparecen. Sin duda, una novela que mezcla ficción y hechos históricos, en una trama de suspense en la que todos los datos desde el principio de la novela, por pequeños que parezcan, aporta y nos permiten ir descubriendo el pasado del protagonista y todo lo que le rodea y ocurre en el presente. Al final del libro hay una Nota de Autor, donde nos detalla todo los hechos y personajes históricos y en que se inspiró para crear la novela. Es muy recomendable leerla, eso sí cuando hayas acabado de leer el libro. |