Teen Titans: Chico bestia

Garfield Logan ha pasado toda su vida pasando desapercibido. Incluso en un pequeño pueblo como Eden, Georgia, este joven de diecisiete años no consigue destacar en nada. Jamás podrá entrar en el grupo de los chicos más populares de su instituto. Sus mejores amigos, Stella y Tank, no acaban de entender por qué a Gar le importa tanto lo que opinan los demás, y echan de menos lo divertido que es, su manera de devorar pizzas y de viciarse a los videojuegos. Cuando comienza a experimentar grandes cambios (su voz se hace más grave, crece casi un palmo en una sola noche y se vuelve mucho más rápido y fuerte), Gar se ve obligado a descubrir la verdad sobre sí mismo, y a decidir a quién prefiere tener realmente en su vida, antes de que acabe escapando a su control.

Comenzando por el dibujo, pienso que es lo que más me ha gustado de este cómic. Picolo es un gran artista, y con tal de que sepas un poco sobre él sabrás que Chico Bestia es su Teen Titan favorito, por lo que las ilustraciones destilan amor en cada detalle. La gama de colores, mezclando grises y verdes, es muy bonita y ayuda a sumergirte en la historia.

Sin embargo, es en ésta en donde encuentro los problemas. La personalidad de Gar no me acaba de convencer, si bien se consigue redimir un poco al final, pienso que es demasiado caprichoso y que debería valorar más lo que tiene. Así, muchas de sus decisiones son erróneas, siendo lo que impulsa la obra avanzar, pero la problemática se antoja algo tope y sosa, sobre todo comparado con lo visto en el volumen de Raven.

A pesar de todo, pienso que la historia de Gar acaba de arrancar y tiene mucho potencial, nos queda mucho por descubrir sobre sus poderes y él mismo. Tengo muchas ganas de seguir leyendo sobre este personaje y sobre el resto de Teen Titans a los que aún no hemos conocido.

Irbis.