Miedo a los perros que me han dicho que no muerden

Este libro, con poemas escritos por Javier García Rodríguez e ilustrados por Naranjalidad (Beatriz Ramo), editado en cartoné y papel de alta calidad con bella combinación de colores, es una suerte de crónica de un día cualquiera en la vida de un yo lírico que se puede identificar con facilidad con un adolescente.
El poeta consigue ese joven aliento, muy pegado a la realidad, con un lenguaje directo y a la vez rico en valores poéticos y literarios. Está dividido en un prólogo, que de modo muy significativo se inicia con un verso de Roger Wolfe que dice: "Te levantas de la cama y es la guerra".
Luego, las vivencias y emociones, los dramas o los meros juegos verbales de esa voz joven se desgranan en once secciones horarias, marcadas por lo más cotidiano: levantarse de la cama, ir a clase, ver series... Algunos poemas, como "Columpio vacío", reflejan una preocupación o motivo de ansiedad; otros, como "Juegos a cara o cruz", son lúdicos entretenimientos verbales. Las referencias a películas y series, como "Los Otros" o "Vikingos" son frecuentes, y alcanzan su culminación en el ingeniosísimo "¿Lo dices en serie? de esta no me libro". Las entradas y salidas de las distintas clases del instituto, con poesías inspiradas en varias asignaturas, forman otro núcleo importante de este volumen, junto con algún poema en prosa como el extraordinario "Están los que están".
En los aspectos formales, las métricas son diversas, con predominio del verso libre. Algunos son simplemente breves pensamientos, tuits intercambiados entre los supuestos usuarios "Ladrón de orquídeas" y "Ojos de fría plata". El papel de las ilustraciones es fundamental, pues se complementan con los textos, resaltando su expresividad.
Las sorpresas, los toques de ingenio y los homenajes literarios se suceden: poemas que son un menú del día o una conversación de Whatsapp, paráfrasis de Lope de Vega contra la violencia de género, costumbrismo y consumismo: la vida tal y como es hoy, reconocible para los jóvenes y no tan jóvenes, con sus luchas pequeñas y grandes, está en este bello volumen, cuya lectura aconsejo, en especial a los adolescentes que se verán retratados en él, pero también a los lectores de poesía algo mayores, que podemos disfrutar con la vida moderna infiltrándose con mucho arte en estos versos.