El tesoro de las mariposas

Solo los seres humanos, cuando se dan cuenta del mal que ellos mismos ocasionan, son capaces de resguardar nuestro planeta de la destrucción.

Cada vez que desaparece un irrecuperable trocito de naturaleza, destrozamos una parte de nuestro futuro.

La vida sobre este planeta es dura, pero muy hermosa.

Cada vez que una especie desaparece se resiente la existencia del resto de la naturaleza.

La acción de un hombre malvado solo podía ser reparada por otras criaturas de su misma especie. Aquellas que estuvieran dispuestas a arriesgarse con amor desinteresado.

No debéis fiaros nunca de las apariencias porque la criatura más inocente puede ser para vosotros la más peligrosa.