Prometeo

En este libro nos encontramos tres partes diferenciadas. En la primera y a modo de extenso prólogo, García Montero nos habla sobre su manera de entender la literatura en general y de cómo llegó a escoger la figura de Prometeo para dedicarle un poema y finalmente una obra teatral comprendida en esta obra. Acompañan alusiones a la obra de Lorca y una espléndida definición del autor granadino sobre el teatro.

La parte central de este libro es un encargo de José Carlos Plaza para hacer una adaptación teatral de "Prometeo encadenado" de cara a representarla en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. En esta adaptación libre se nos presentan dos Prometeos en el escenario, uno joven que se plantea dudas sobre la utilidad de su rebelión y un Prometeo anciano que le anima a seguir manteniéndose firme en su actitud y no ceder ante Zeus y sus presiones.

En la parte final y de manera detallada, el autor ofrece un "Manual de instrucciones para seguir viviendo" donde reflexiona sobre 12 puntos diferentes que abarcan cuestiones de índole político, filosófico y moral. El punto 12 está dedicado al amor y hace referencia al amor de su vida pero de una manera elegante, no cita ningún nombre propio.

Luis García Montero es un escritor notable que escribe de manera precisa y comprometida sobre las amenazas y riesgos de la sociedad actual y a dónde nos conduce el neoliberalismo y los totalitarismos. Nos habla de cómo el malestar general es alimentado por quienes se ven favorecidos por el ruido, de la aparición de un nuevo analfabetismo donde cada uno defiende su posición cerrada y firme respaldada por el canal X o tal periódico que lo respalda. Se corresponde con el tipo de intelectual incómodo que se manifiesta a favor de las mejoras sociales o de la defensa de los débiles, una voz necesaria en una sociedad donde parece que cada vez se impone más la ley del más fuerte.

A modo de reflexión después de haber leído este libro me pregunto si seremos capaces de poder reunirnos alrededor de la hoguera de manera dialogante y buscar soluciones o seguiremos empeñados en nuestra loca y frenética carrera a ninguna parte aún a riesgo de acabar extinguiendo el preciado regalo que el osado y audaz Prometeo nos legó.