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Violeta se hizo cargo de su hermana desde que su madre se fue a vivir la vida loca, tiene dos trabajos, uno como publicista y el segundo en una línea erótica, que tuvo que coger, para poder ayudar a su hermana a pagar los estudios. Vive con ella y un amigo en un piso en el centro de Barcelona. Violeta está pasando un mal momento, después de la ruptura con un ex, y no sabe cómo salir del daño que Dani le hizo. Y a eso tiene que sumarle, que su jefe, Bruno le acaba de encargar una campaña de publicidad de la que no está nada convencida. Una historia que me enganchó desde la primera página, con momentos muy divertidos, que me hizo soltar más de una carcajada. Una novela que más allá de la risas, habla de superar miedos, de seguir hacia adelante, y plantar cara a el pasado. de amistad incondicional, de luchar por lo que uno quiere y de quererse a uno mismo tal y como es. de amor del bueno, del bonito, del que suma y te da alas. |
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