Días sin sol

El año pasado leí “Pastores del mal” y me encantó (de hecho, estuvo entre mis mejores lecturas del año). Por eso, no tuve ninguna duda en leer la nueva novela de Félix en la que recupera algunos de los personajes de la novela anterior. Hoy os traigo mis impresiones sobre “Días sin sol”

La crisis y la corrupción han hecho estragos en nuestro país. Mientras que algunos aprovechan los malos tiempos para hacer su agosto, otros ven como su vida se va al carajo. Y, muchas veces, en ocasiones el responsable de eso es una persona con nombre y apellido. ¿Qué ocurre cuando la justicia no puede hacer nada? ¿Sería factible tomarse la justicia por su mano?

Hay gente que opina que sí: que no se pueden dejar estar las cosas y que “los malos” han de recibir su merecido. Pero, claro, no a costa de nuestra libertad. Hay que idear una manera de que el responsable reciba su castigo pero sin que nada conecte al mismo con la víctima. Así, tres personas anónimas y que no se conocen entre sí toman contacto a través del chat de un foro y deciden buscar una solución a sus penurias.

No os cuento más. La sinopsis es acertadamente vaga y creo que es mejor así: empezar el libro sin saber qué os vais a encontrar. Así cuando os encontréis con una historia original y muy potente os asombraréis todavía más. Porque esto es lo que nos ofrece “Días sin sol”; una historia muy original y eso que es muy probable que os recuerde a una novela y a una película muy famosas (para mí, un claro homenaje a ambas). Pero, aunque el punto de partida es similar al de la novela (la película está inspirada en ella), el desarrollo de la novela, los personajes y el final no tienen nada que ver.

Me gustan las novelas que te hacen pensar, que te revuelven un poco por dentro y te hacen ponerte en el lugar del asesino. Sobre todo si ese asesino es previamente una víctima. Estamos hartos de ver en las noticias gente que comete auténticas fechorías y que sale indemne o, en el mejor de los casos, con una pena raquítica que hace que según entra en prisión ya esté saliendo. ¿Es justo que alguien pase dos años en la cárcel y las personas a quiénes les ha destrozado la vida no puedan recuperarse nunca? Pues no es justo, es evidente. ¿Pero es lícito que esas personas decidan buscar justicia de una forma menos ortodoxa? ¿o esto ya se confunde con la venganza? El libro te hace ponerte en el lugar de las víctimas/verdugos y entenderlas, cómo no. En alguno de los tres casos más que en otros, no voy a negarlo. Tampoco voy a negar que a pesar de mi acusado sentido de la justicia no haya querido que una persona en particular saliese indemne.

No sólo el lector se planteará esas cosas, también lo hará el principal investigador Javier Gallardo. ¿Es posible que alguna vez un policía desee no poder detener al malo? Claro que sí, porque ante todo son personas y hay cosas que claman al cielo o malos con los que, de una manera u otra, pueden empatizar.

Como veis, no es una novela policíaca al uso pues, además de una trama original, da mucho que pensar. Pero de base sí que tenemos una historia policial y una investigación muy bien llevada por tres personajes que ya conocimos en las anteriores novelas. Una investigación sumamente complicada porque no hay nada que conecte a las víctimas con sus verdugos; que lleguen a sacar algún hilo de madeja tan prietamente urdida puede ser un auténtico milagro. También hay que decir que en este caso nosotros, los lectores, iremos muy por delante ya que conoceremos a los malos aún antes de que hayan cometido ningún crimen. Sabremos quiénes son, sus nombres y apellidos, sus motivaciones, qué les une a sus víctimas y a los otros malos…, en fin, sabremos absolutamente todo. Y ello no impide en absoluto que la novela tenga intriga y tensión narrativa, al contrario: diría que es aún más intrigante porque sabemos lo difícil que va a ser que la policía pueda sacar algo en claro

La novela no deja de hacer crítica social. Nos pinta un panorama muy sombrío en la España de la década del 2010 en la que bancarios, políticos y empresarios de alto nivel hacían de su capa un sayo y aprovechaban para enriquecerse mientras todo el resto de los españoles sobrevivíamos como podíamos. Vamos, lo que desgraciadamente sigue pasando

Conclusión final

De nuevo Félix me ha sorprendido con su buen hacer pergueñando una novela original en cuanto a trama y desarrollo, homenajeando a una conocida historia y desarrollando una trama que nos tendrá absortos desde el principio hasta el final. Una novela original y sumamente entretenida que no os podéis perder.

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