Delfines de plata

Dicho y hecho, un día me ha durado esta pedazo de #novela de @felixgarciahernan #delfinesdeplata. Y es que si empiezas un finde va a ser difícil que te dure mucho más con el ritmo que tiene. Venía de un restaurante a cocción lenta y aterrizó en un hotel con un ritmo más que trepidante. No hay personaje secundario en este #libro donde cada uno de ellos solo suma a la historia y a la trama. Sí que hay momentos duros que te obligan a parar a tomar aire. También hay pensamientos de qué harías o cómo reaccionarias en muchos momentos, y en ocasiones no te gustarías. Y hay un final agridulce por todo y para todos. Desde luego que es un sí rotundo. Ahora me quedan dos trabajos: ver la película que tiene pintaza y seguir leyendo a Félix.
#sinopsis oficial:
Hay amores que no entienden de razas ni religiones, clases ni edades. Hay pasiones prohibidas que temen al murmullo y al qué dirán. Y todos se ocultan a los ojos de los demás y hallan su razón de ser en los pasillos y habitaciones de un céntrico hotel de lujo entre cuyas paredes se ocultan anhelos, deseos y secretos que es, también, el objetivo de una organización criminal que busca dar un golpe sangriento que asombre al mundo. Así, sin quererlo, las muchas vidas que giran en torno al hotel, las públicas y las privadas, las de sus clientes y empleados, las de políticos y artistas, policías y toreros, porteros y camareras, botones, divas y padres de familia, se verán implicadas en un complot que pondrá en peligro su propia existencia e incluso el rumbo del país. Delfines de plata es una novela vertiginosa, adictiva y ajustada al milímetro, que nos quitará el sueño, que no nos soltará hasta que lleguemos a su última página, que habla de pasión, de solidaridad y de entrega y que ha sido adaptada al cine, una película dirigida por Javier Elorrieta y protagonizada por Rodolfo Sancho que recoge a la perfección el audaz ritmo narrativo característico de Félix García Hernán, un autor tan eficaz como siempre sorprendente