Tonos

Comienzo el año reseñando una lectura que me quedó pendiente el pasado 2020.
Os aseguro que ha sido una lectura sorprendente e inesperada y de un género que no está entre mis lecturas habituales.
Es la primera novela que leo de Jorge y debo decir que me ha gustado su estilo, directo, franco y sin artificios, y a la vez original y fresco, con la introducción de la introducción de estrofas de canciones que son también fruto de su imaginación.
Estamos, sin duda, ante una novela de personajes, unos personajes creíbles y sólidamente construidos. Unos personajes, que por una u otra razón se convierten en marginales y nos muestran una vida, que, estando muy alejada de mi día a día no he dejado de reconocer como una realidad existente en nuestra sociedad actual.
El autor nos habla de personajes que se mueven, de forma obligada, por los oscuros mundos de la prostitución, de personajes que huyen de un pasado oscuro, de una vida en la que les va la propia vida y nos habla de aquellos que, rozando las mieles del éxito profesional, se encuentran con que la caída, por desgracia, es mucho más rápida de lo que fue la subida.
El autor se mueve entre la soledad, la extorsión, el miedo y las miserias de los personajes y nos muestra las formas en que cada uno de ellos intenta aminorar los efectos de estas situaciones, llevándonos de la mano por el terrible mundo de las adiciones y de la depresión, mostrándonos como cada uno de ellos intenta salir de ese camino tortuoso por el que les toca transitar.
Es una novela de claroscuros, una novela que nos demuestra que en toda situación hay redención, aunque en algunos momentos esa misma redención pueda hundirnos más aun en nuestro propio fango. Es una novela que nos muestra la vida de personas corrientes una vida que no es un camino llano, sino una senda llena de subidas y bajadas, un camino que puede remontar o hundirse, pero que es, sobre todo, un camino en el que necesitamos a los demás.
Esta novela, nos narra las andanzas de cuatro personajes especiales, dos mujeres y dos hombres, cuyas tristes vidas acaban enlazándose para ayudarse a superar las terribles circunstancias con las que deben enfrentarse y buscar la posibilidad de un futuro mejor.
La novela se lee con rapidez, a pesar de no ser excesivamente breve. Tampoco sus quince capítulos son breves, pero cuentan con la ventaja de condensar en cada uno de ellos el avance de todos y cada uno de los personajes, sin que existan cortes bruscos en su avance. Además, la necesidad de conocer cuál será el devenir de esos personajes que no se dejan vencer, que se sobreponen a la peor de las situaciones, te hace querer avanzar sin descanso.
Es una novela cruda, pero también es una novela llena de esperanza y de profundas reflexiones.
No voy a extenderme más en la trama ni en los personajes, os aconsejo que descubráis por vosotros mismos esta historia que se sale de los cánones habituales y que seguro que os resultará una historia tan amena e interesante como me lo ha parecido a mí.