Esta historia se lee de manera tan rápida y fluida que cuando te das cuenta ya estas por terminarlo. Es una historia que te entrega amor, paciencia, te enseña lo realmente importante. Las reflexiones son inevitables y las lagrimas también. Si todo el mundo supiera el verdadero propósito que tienen al estar aquí, si aprendieran, si escucharas o simplemente, si leyeran; sabrían el qué y por qué después de esto, de estar aquí. No hay dolor y que por los que se fueron no deberíamos llorar, sino festejar que están en un plano -celestial-. |