El despertar del ángel: Salvadores del futuro I

Pocas veces he encontrado un comienzo de saga tan trepidante como el que nos ofrece Sergio García Ferrer en “El despertar del ángel”. Este primer libro de “Salvadores del futuro” nos transporta a una historia de fantasía y ciencia ficción con algunos giros asombrosos que nos mantienen pegados a sus páginas. Sus cerca de 700 páginas no debieran asustar puesto que, al hilo de la trama principal, el autor nos acerca a una especie de multiverso de lo más variado, con realidades muy diversas, criaturas con sus ecosistemas y formas de vida; en fin, un mundo creado para describirnos las más diversas aventuras de los personajes. Precisamente para mi uno de los puntos fuertes del libro ha sido ese contraste de realidades que permite una gran versatilidad en la trama.

Después de un accidente de tráfico, Daniel toma consciencia de que tiene la capacidad de parar el tiempo. Abrumado y desorientado al no encajarle algunas partes de su realidad, es contactado por Ezra Revalion, líder de la Orden de los Guardianes, organización que acoge a otros humanos con poderes sobrenaturales con la finalidad de proteger el mundo y asegurar que nadie utiliza estos dones en su propio beneficio. A partir de este momento, Daniel comenzará a descubrir por qué se sentía tan desorientado, al mismo tiempo que comenzará a entrenarse para contribuir en la lucha de la Orden.

Aunque el gran protagonista de la historia sea Daniel/Renios, casi se podría considerar una novela coral por el cuidado tratamiento y profundidad que el autor otorga a todos los personajes. El tándem Renios-Ezra me parece que funciona muy bien y este segundo personaje con todas sus aristas y su humor mordaz ha conseguido conquistarme especialmente. Las referencias al universo Star Wars son reseñadas deliberadamente por el propio autor y la introducción de algunos elementos como el sable láser ha conseguido sacarme más de una sonrisa. En este mismo sentido, Ember, fuente de sabiduría, nos puede traer esas reminiscencias al tan querido por todos, maestro Yoda. Más allá de esto, el concepto de realidades remanentes, tan acertado cuando una trama juega con el tiempo, abre muchas posibilidades al escritor que las aprovecha de manera soberbia para presentarnos un universo muy heterogéneo y, de esta forma, totalmente genuino.

Me ha encantado la forma en que el autor desarrolla la idea de que algunas de nuestras decisiones en un momento determinado, pueden llegar a definirnos y a condicionar quiénes somos a partir de ese punto. Esta idea general es la que lleva a que exista un gran giro hacia la mitad de la novela (dividida en tres partes) que insuflará aún más dinamismo a la trama.
Igualmente me gusta que se juegue con esa suerte de moralidades grises que pueden llevarnos a cambiar nuestra percepción de algunos personajes e incluso a empatizar con la causa de algún villano. Finalmente, es muy destacable la gran labor de despistar al lector al comienzo de la lectura, siempre tendremos la sensación de estar perdiéndonos algo hasta que Sergio nos vaya desvelando muy poco a poco el misterio que rodea a Renios y al peculiar mundo en el que desarrolla su historia, todo ello aderezado con grandísimas dosis de acción con batallas narradas con un gran acierto y detalle.