La reina de las lentejas

Me encontraba en mi palacio comiendo lentejas...

A la Reina de las Lentejas no le gustan las lentejas. Tiene un plato enorme delante de las narices, y su papá le ha dicho que se las coma todas.
Encima su hermano pequeño tira todo por el suelo y no para de llorar. Menudo fastidio.

Por suerte las matrioskas llegarán pronto a Palacio. Vienen de lejanos confines con regalos para la Reina. Seguro que están hambrientas.

La Reina de las Lentejas es una historia que nos acerca a una realidad por muchos conocida y en ocasiones difícil de asimilar por parte de los más pequeños de la casa: la llegada de un hermano/a.

Tener un hermano puede ser duro, especialmente cuando papá y mamá están ocupados todo el día con el bebé, y más aún si te dejan sola ante un enorme plato de lentejas, ¡puagh!

En este punto es donde la imaginación y la capacidad de adaptación de la niña aparecen. En el imaginario de la pequeña «reina» incluso una comida tan desagradable se transforma en un juego divertido junto a las matrioskas, además de poder descubrir las emociones que encierra en su pequeño corazón.

El abandono que siente, los celos por su hermano, el haber dejado de ser la reina de la casa… son emociones que se palpan a lo largo de la historia. Un relato repleto de musicalidad y simbología que nos permite entrever en sus palabras mucho más de lo que está escrito.

La historia se entrelaza con las ilustraciones de Leticia, que juega con el contraste entre tonalidades para diferenciar entre los espacios reales y los imaginarios, empleando el blanco y negro o los colores según la situación lo requiera. Es una obra que debe leerse en conjunto para encontrar su significado.

Aunque pueda parecer que la temática es triste, nada más lejos. Se trata de una historia para comprender y empatizar, pero repleta de divertidas escenas, de vida, de color, y como no, de un final bonito y cálido. Quizás, en el fondo, el «hermano lechón» tampoco sea tan malo.

Por último, una cuestión que me ha dejado intrigado y que deberás descubrir leyendo el libro y sacando tu propia conclusión: ¿Quién se ha comido finalmente las lentejas: La niña, las matrioskas, el perro…?
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