Este es uno de los libros más especiales que he leído este año, que se ha colado muy dentro de mí y que todavía sigo sin superar. En el París de 1950 conocemos La Libéré, un periódico revolucionario que decide dar voz a mujeres que no la tienen. Así conocemos a Hasret, que recién llegada de Turquía con su hijo, intenta luchar por encontrar un buen futuro para ambos. Su historia unirá las vidas de dos desconocidos, Anik y Kael, y nos traerá un viaje inesperado a través de lugares exóticos, sentimientos impensables y sobre todo a través de sus propios recuerdos y heridas. Leer esta novela de Paula ha sido estar en una montaña rusa de emociones, como romperse en mil pedazos e ir recomponiendo cada trozo poco a poco, encontrando la esperanza cuando todo parecía perdido. La historia está narrada a tres voces en capítulos cortos a través de los tres protagonistas, por lo que somos capaces de conocer a todos en profundidad. La pluma de Paula es maravillosa, y su ambientación nos traslada del presente al pasado con tanta facilidad que casi sientes que eres capaz de teletransportarte a cada rincón que nos menciona. |