La tinta que nos une

3.5

Es el primer libro que leo de la autora y me ha encantado la pluma, así que seguro seguiré leyendo sus historias.

La historia está ambientada en la post guerra en París. Y te lleva a un marco en el que por mucho que hayas leído o visto sobre el tema, la manera de retratarlo en una historia, donde el romanticismo y el amor no se ciñe a dos personas, es brillante. Cada uno de los actos que se producen tienen el mismo fin. El amor hacia la libertad, a la dignidad, al poder expresarte aun y cuando el enfoque social es tan complicado.
La voz de la mujer. La mujer francesa que tiene difícil la expresión, versus la de la mujer que huye de una relación dañina en su país de origen, donde esta voz es nula.

Hasta que ambas voces se unen y logran mostrar a la sociedad lo que sienten por medio de las palabras. La tinta que une a dos mundos muy distintos.

Hasret tiene una historia muy dura que contar, y en ella aparecerán personas muy importantes para la narración. Las que le hicieron sufrir, de las que tuvo que huir y las que le ofrecen el cariño y la palabra en un mundo nuevo al que tiene que adaptarse, quizás no de la mejor manera, pero donde hace lo necesario para sobrevivir.

Anik, será esa voz amiga que la ayudará. Kael será la mano amiga que la ayudará a sostenerse.

Anik y Kael estarán unidos gracias a la tinta que Hasret nos narra.

Ambos emprenderán un viaje en favor a esta, un viaje que los alejará de prejuicios y los acercará en el camino. Uno que será difícil y arriesgado.

Me han encantado las descripciones, los personajes y la ambientación. Si que es cierto que hay escenas que se me han hecho un poco densas, pero eso no quita que haya disfrutado de una historia preciosa, que me ha trasladado a la nostalgia y el sentir de otras épocas marcadas por el dolor y la lucha.

Y eso me ha traído a la reflexión recurrente, de: cuanto lucharon ellas, cuanto seguimos conservando esa lucha… pero cuanto camino queda todavía por recorrer.

He tenido la suerte de disfrutar de este reto junto a mis compañeras de Lc @mis_libros_y_yo1 y @y.un.libro

Todo un lujo poder intercambiar impresiones con vosotras, #retofastreaders octubre superado

Paula, gracias por la tinta*


@best_22_witches

En este libro nos encontramos la historia de Hasret, ella es una joven con una vida bastante dura allí en Turquía. Sabe que si quiere tener una oportunidad de ser feliz y tener un futuro que ofrecerle a su hijo, debe huir. Una vez en París su vida no es mucho mejor puesto que apenas habla francés y no conoce a nadie allí, pero al menos es libre. Tras un tiempo en la capital francesa se encontrará con la ayuda de Kael y Anik, ella la ayudará a dar voz a su historia gracias a un periódico “Le Libéré” y Kael se convertirá en un apoyo fundamental en su vida.

La historia está contada a tres voces, la de Hasret, Kael y Anik. A Hasret la conocemos cuando llega a París y gracias a su relato podremos comprender como fue su vida en Turquia. Kael, es monitor en un centro al que acuden jóvenes que han tenido una vida difícil (es como una especie de reformatorio) y Anik, es una joven que trabaja en le liberé, un periódico creado por su madre para hablar de las injusticias y dar voz a quienes no pueden hablar.

Sé que no os he contado mucho ni sobre la historia ni sobre los personajes, pero de verdad que lo mejor que podéis hacer es ir completamente a ciegas con este libro y dejar que os sorprenda como hice yo.

Creo que la ambientación que tiene este libro es una pasada, nos sitúa en el año 1950 en Paris y viajaremos por toda Turquía. Se nota mucho que Paula ha hecho un trabajo de documentación bastante profundo ya que todas las localizaciones del libro están muy bien detalladas y tienes la sensación de transportarte a esos lugares que te describe.

Debo decir que es una historia llena de emociones, es cierto que el relato de algunos personajes es bastante duro, pero a la vez muy conmovedor, una historia en la que también tienen cabida los sueños, las esperanzas y el amor.

Debo confesar que me ha sorprendido mucho este libro ya que lo anterior que leí de ella fueron sus novelas New Adult y este es completamente diferente, me ha parecido un libro precioso y la forma de narrar de Paula está tan llena de emociones. Y si os gustan las novelas de históricas en periodos de posguerra, sin duda os animo a que le deis una oportunidad.
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A pesar de que al principio me costó pillarle un poco el ritmo a la historia, una vez que me centré en los personajes y me acostumbre al estilo narrativo de la autora debo decir que he disfrutado de una novela que guarda muchos mensajes y en la que pasan muchas cosas sin que nos demos cuenta..

Hasret llega al París de los años 50 desde Turquía, huyendo de un marido que la maltrata y buscando algo mejor para ella y su hijo. Pero la ciudad aún guarda heridas abiertas de la guerra y la pobreza envuelve todo su entorno.

Por medio de las cartas que Hasret dicta a Anik, periodista de le Libéré (un diario de corte progresista propiedad de su madre), sabremos la vida y desventuras de Hasret tanto en Turquía como en París.

Una noche, Hasret conoce a Kael, que trabaja en un centro de menores intentando reinsertar y servir de guía para aquellos a los que nadie da una oportunidad.

Sin querer desvelar mucho de la trama, os cuento que Hasret será el nexo de unión entre Anik y Kael, que por ella se lanzarán a un viaje atravesando media Europa para recuperar algo muy importante y que les servirá para conocerse y eliminar ciertos prejuicios del uno hacia la otra.

Los personajes, principales y secundarios me parecen muy bien trabajados, pero no puedo pasar por alto la ambientación, plagada de detalles tan prolijos que no cuesta nada ser testigo de la opulencia en los jardines y la casa de Tankar, de los colores del amanecer en el cielo de Turquía o del reflejo de la luna en el lago Tuz.


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Si a estas alturas no os he convencido ya de que leáis a Paula Gallego, aquí vuelvo una vez más para volver a intentarlo. Esta vez me ha vuelto a emocionar con una historia que se asemeja más a "Un día de invierno" que al resto de sus publicaciones más contemporáneas o de acción: histórica, drama durante la posguerra, época convulsa y de injusticias, romance en medio de tragedia. Normalmente nos tiene acostumbrados a historias cañeras, parejas muy actuales y romances más enfocados explotar la química, el sarcasmo y las conversaciones fluidas. Sin embargo, en esta novela se aleja un poco de todo eso para adentrarnos algo más en el fondo de lo evidente, para no quedarse en la superficie de otra historia de amor “más”. Es una historia conmovedora, a ratos dura, otros ratos muy dura y la mayoría de las veces, reivindicando la esperanza de que por muy mal que estén las cosas, siempre se puede hacer algo para mejorarlas. Os adelanto que me ha encantado en todas sus dimensiones y que podéis leer con tranquilidad porque no encontraréis ni spoilers ni detalles de la trama.

Nos situamos en París en los años 50, tras la vergonzosa Segunda Guerra Mundial, con media Europa intentando recuperarse económica y anímicamente de uno de sus episodios recientes más negros. Las desigualdades entre la población son patentes y el fantasma de la miseria sobrevuela todos los rincones de Francia, pero especialmente en las calles de la capital. Esta ambientación en apariencia deprimente se vuelve en cierto modo encantadora cuando entran en escena los dos lugares de referencia en la historia al comenzar la novela. Por una parte, el centro de menores donde trabaja Kael Levallois como mentor, recogiendo a jóvenes delincuentes de la calle para que no tengan que pasar por lo mismo que sufrió él. Son chicos difíciles por sus circunstancias pero tienen buena madera para modelarlos, así que Kael y los otros mentores, como Ditry, cuidan de ellos para que no se metan en problemas y abandonen progresivamente la vida que llevan dándoles confianza, un hogar y hasta procurándoles un medio de vida para que puedan salir adelante. Total, una tarea encomiable que hace que Kael se convierta automáticamente en un ser al que querer. Por otra parte, a Anik Marchant la conocemos en el ámbito de la redacción del periódico que dirige su madre. Ya no solo me entra la nostalgia vintage porque se trate de la prensa escrita de mediados de siglo XX, sino porque además le Libéré es un diario diferente, regentado por una mujer, sin un hombre que la respalde, en cuya redacción trabajan Anik y Suzette, dos chicas muy liberales para la época de la que estamos hablando y porque los aires de que los tiempos están cambiando soplan muy fuertes en las páginas de este periódico.

Por eso, cuando Anik conoce por causalidad a Hasret le propone que le cuente toda su historia para poder publicarla por fascículos semanalmente y darle voz a una chica que huyó de Turquía en busca de algo mejor para ella y su bebé. ¿No me digáis que no se os mueve algo ya por dentro imaginando las emociones de una historia así? Como bien imagináis, pese a su juventud, la vida de Hasret ha sido de todo menos fácil por muy bonita que sean Ankara y la mansión en la que vivía. Arrastra muchísimo equipaje emocional y su llegada a París, siendo extranjera, madre soltera, sin dinero, sin trabajo y sin futuro a la vista, no resulta ser el sueño que se había imaginado. Poco a poco, va saliendo adelante gracias a que aún quedan buenas personas en este mundo, así que cuando conoce a Kael, se permite ilusionarse con una nueva vida, sin el miedo constante que sentía en Ankara, con la ayuda de la casa de acogida de jóvenes en la que él trabaja. Además, Hasret también se siente algo más libre al conocer a Anik y contar sus orígenes a los lectores del diario. Incluso consigue una nueva identidad y pasa a ser Şahin para hacer desparecer por completo cualquier vínculo con su antigua vida en Turquía. Sin embargo, algo se tuerce en sus planes hacia la felicidad. Obviamente, aquí yo ya estoy completamente dentro de la historia porque los capítulos se van alternando y los tiempos se mezclan entre el presente y el pasado hasta más o menos la mitad de la novela con las tres voces principales. Me ha encantado ir viendo cómo se entrelazan las vidas de estos tres personajes tan distintos entre sí, con orígenes tan diferentes y con propósitos en la vida que parece bastante dispares. La verdad es que los secundarios más notables como Ditry, Suzette, o la propia madre de Anik y dueña del Lé Libéré, Nadine Marchant, junto a algún otro más eventual, son realmente entrañables y me han dado interacciones buenísimas con los protagonistas.

Como tercer escenario de la novela también viajamos a Turquía, ya sea a través de las cartas de Hasret cuando va relatando su vida en el periódico como cuando los protagonistas se ven obligados a trasladarse allí. La relación de Anik y Kael con Hasret por separado hace que tras ese giro de los acontecimientos que cambia radicalmente sus vidas, tengan que aprender a colaborar entre ellos o, por lo menos, tolerarse aunque solo sea por Hasret y su pequeño Murat. La cosa no cuaja fácilmente porque Anik es una señorita de la clase alta parisina mientras que Kael es un ex convicto que ha estado varias veces en prisión y que desconfía de aquellos que confraternizan con quienes hasta hace no mucho, eran sus enemigos: los alemanes. Kael es muy reservado, poco hablador y le cuesta mucho mostrar sus emocionas (ya no digamos hablar de ellas), mientras que Anik es todo lo contrario, un torbellino de vitalidad que no se puede callar lo que piensa y está dispuesta a luchar por lo que siente. Llegados este punto ya empezamos a conocer mucho más de estos dos y la segunda mitad de la novela está casi por completo dedicada a este slow burn que me ha ido calentando poquito a poco el corazón. Su viaje a Turquía es una maravillosa secuencia de desventuras, de malentendidos emocionales, de sentimientos no pronunciados. Todo ello va acompañado por la magnífica ambientación visual que nos regala Paula Gallego con sus descripciones de las distintas ciudades por las que van pasando y los paisajes durante los trayectos. Aunque siendo justa, incluso las escenas que se desarrollan en París, ya sea en interiores o en exteriores, tampoco se quedan atrás en detalles.

Así que, como veis, hay tres personajes principales aunque el libro está estructurado de forma que vemos los puntos de vista alternos en capítulos encabezados por Kael y Anik, mientras que a Hasret la conocemos a través de sus “cartas” noveladas que van publicando en el periódico parisino reivindicativo y también a través de los ojos de los otros dos protagonistas, como el nexo de unión que hace que ambos se conozcan siendo de mundos distintos pero teniendo en común a Hasret y lo que ella significa para los dos. El equilibrio logrado entre novela de personajes y de trama es increíble, y el tensiómetro en los momentos clave se eleva hasta unos niveles considerables, aunque luego desciende gracias a la calidez que trasmiten los personajes con sus pensamientos y sus recuerdos. Poco a poco y entremezclado con el presente que los ha unido, vamos conociendo los pasados de Anik, Kael y Hasret y (aunque me quedo con la historia personal de Hasret por las emociones, no por los hechos), todos ellos tienen unos cimientos tan sólidos que la autora se ha asegurado que no pueda olvidarlos a ninguno en muchísimo tiempo. Sin embargo, por decir algo remotamente más flojo que ni siquiera ha bastado para rebajarme las emociones, hay un detalle en la resolución que me ha parecido un poco deus ex machina y que deja las cosas en calma con demasiada facilidad según mi apreciación, teniendo en cuenta las dificultades que han tenido que pasar todos para llegar hasta donde están. Hubiera preferido quizás una última confrontación más directa o con más “acción” de alguna manera, unas veinte páginas más que solucionaran de forma más activa lo que al final se soluciona de forma pasiva. Pero como digo es un minúsculo detalle que no ha cambiado para nada mi opinión general de la novela y que seguramente olvidaré pronto y me quedaré “solo” con todo lo demás.

En resumen y por recopilar un poco todo lo anterior, una historia inolvidable, unos personajes de los que marcan y un libro precioso se mire por donde se mire. Hay amor y amistad, hay aventura y adversidades, hay injusticias y búsqueda de la justicia, hay miedos y esperanzas, hay reivindicaciones muy sutiles acordes a la época (feminismo, machismo y violencia de género, desigualdades, homofobia…). En definitiva, tiene un poco de todo en la dosis justa y mezclado con armonía. Me he emocionado muchísimo con la mayoría de pasajes dramáticos, la prosa me ha transportado a todos esos lugares con una facilidad admirable y los personajes se quedarán conmigo, como viene siendo habitual en todos los de esta autora. No sabría explicar mejor todo lo que me ha hecho sentir leer la historia de Anik, Kael y Hasret pero, como os decía al principio, si no salís convencidos de aquí de que Paula Gallego es una de las mejores autoras que tenemos ahora mismo regalándonos joyitas como esta por las librerías españolas, es que algo no estoy haciendo bien y seguiré intentándolo.
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Este es uno de los libros más especiales que he leído este año, que se ha colado muy dentro de mí y que todavía sigo sin superar.

En el París de 1950 conocemos La Libéré, un periódico revolucionario que decide dar voz a mujeres que no la tienen. Así conocemos a Hasret, que recién llegada de Turquía con su hijo, intenta luchar por encontrar un buen futuro para ambos. Su historia unirá las vidas de dos desconocidos, Anik y Kael, y nos traerá un viaje inesperado a través de lugares exóticos, sentimientos impensables y sobre todo a través de sus propios recuerdos y heridas.

Leer esta novela de Paula ha sido estar en una montaña rusa de emociones, como romperse en mil pedazos e ir recomponiendo cada trozo poco a poco, encontrando la esperanza cuando todo parecía perdido.

La historia está narrada a tres voces en capítulos cortos a través de los tres protagonistas, por lo que somos capaces de conocer a todos en profundidad. La pluma de Paula es maravillosa, y su ambientación nos traslada del presente al pasado con tanta facilidad que casi sientes que eres capaz de teletransportarte a cada rincón que nos menciona.

¡Hola! Como veis, estoy a tope con las #reseñas, y hoy toca la de la tinta que nos une
📚Trama: En el París de 1950, Anik y su madre publican en su periódico historias de los más desfavorecidos, personas como Harset, recién llegada de Turquía, sin dinero y con un bebé.
Kael, por su parte, es monitor en una escuela para niños sin hogar, procurando que no se metan en líos.
El personaje de Harset unirá los destinos de Kael y Anik mucho más de lo que ambos puedan esperar.
Esta historia va muchísimo más allá de lo que os he contado, pero prefiero que descubráis por vuestra cuenta esta historia tan mágica. Sólo os digo que tiene de todo: ficción histórica, tensión, amor y momentos lacrimógenos. Además, Paula se ha documentado sobre diversas culturas que se ven reflejadas a lo largo de la trama
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👨‍👩‍👧‍👦Personajes:⠀Un completo amor; todos ellos me han encantado. Kael y Anik son los encargados de hacer que La tinta que nos une sea una novela genial, a pesar de venir de mundos completamente diferentes. Los secundarios no se quedan atrás, sino que complementan perfectamente la narrativa de los protagonistas
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🖋Estilo:⠀Paula escribe de vicio. Ha conseguido llegarme con este libro, meterme de lleno en la trama y en los pensamientos y sentimientos de sus protagonistas. He amado La tinta que nos une de la primera a la última página
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💻Conclusión: Estamos ante una historia a la que no le falta detalle: bien escrita, con una ambientación maravillosa y unos personajes que se quedan para siempre contigo

La historia se desarrolla principalmente en el París de 1950, una ciudad bastante tocada tras la IIGM. Conoceremos a tres personajes principales, y a uno de ellos de una manera muy peculiar: a través de historias contadas en un periódico.

Quiero destacar el estilo tan meticuloso, cuidado y aterciopelado que utiliza Paula al escribir. Me parece que tiene una sensibilidad extrema que es capaz de mostrar con sus palabras.

Los personajes son variopintos, pero todos tienen una mochila del pasado que les pesa y todos sabemos que los traumas pueden crear vínculos entre personalidades muy dispares. «Juzgar a las personas es fácil si no conoces su historia».

Al principio no me enganchó. Empieza contando el pasado y el contexto de los personajes principales, sin avanzar en el tiempo apenas y sin acción. Pero en la mitad del libro ocurre un suceso que lo cambia todo, y a partir de ahí la trama progresa hacia delante en la línea temporal. Fue entonces cuando comencé a conectar con los personajes. Y creo que el final es lo que más me gusta, y no me suele pasar que los finales me gusten especialmente.

Suceden cosas muy duras a lo largo de todo el libro, conociendo las vidas de los personajes no es difícil adivinar que así será, y la “aventura” en la que se ven envueltos es bastante larga, traumática y, lo peor, incierta.

No es una novela romántica, pero sí diría que su tema principal es el amor. El amor maternal, fraternal, entre amigos, el que crea una familia de distinta sangre. Por amor, se podría recorrer medio mundo para salvar a otra persona de las garras del pasado y del futuro.

No creo que sea un libro de entretenimiento para bebértelo en dos días, sino para disfrutarlo poco a poco. Por eso, aunque al principio no me convenciese porque no es una literatura a la que esté acostumbrada, al final me ha encantado y lo recomiendo.
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Anik es una joven periodista que trabaja en un periódico que defiende la libertad. Todo en un 1950 donde la gente no es libre de pensar, sentir ni pensar. Las mujeres no podían hacer nada sin un hombre al lado y el le Liberé, intentan darles voz. ⁣
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Un día llega una mujer, Hasret, que ha huido con su bebé de un marido maltratador. Ella, contará su historia que sufrió y que se irá publicando tras su muerte. Tanto Anik como Kael, un hombre que apoyará a Hasret hasta el final y que cuida de jóvenes sin recursos, acabarán buscando la libertad y la justicia que Hasret se merecía.⁣
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Qué libro más bonito, lleno de sentimientos y de emociones. Me ha encantado el cambio de personaje en personaje, y como intercala los artículos contando la triste y real vida de Hasret.⁣
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La pluma de la autora me ha emocionado, me ha transmitido cada sensación y cada injusticia que vivían las mujeres y todo aquel que era diferente. Me ha parecido un libro muy humano, te hace reflexionar, te sientes parte de cada historia que se juntan poco a poco en una historia única llena de piel, tinta, amor, realidad y lucha

El dilema de hoy: ¿Cómo reseñar tu mejor lectura y no morir en el intento? Aún ando recomponiéndome de este magnate, intentando dar con las palabras para asomaros a lo que podéis encontrar dentro, pero sin que mis emociones maten la chispa de la materia con la que está hecho. 

Os sitúo en contexto. Nos encontramos en el París de los años 50. La invasión alemana se ha rendido a la Resistencia. Durante la guerra, en la redacción de le Libéré no se cesó de trasnmitir su avance y de cómo hombres y mujeres lucharon codo con codo al mismo nivel a favor de un mismo fin. Ahora que la ciudad está en calma, la sociedad pretende olvidarse de ellas y devolverlas al puesto enclaustrado que siempre han ocupado. Pero las señoritas Marchant, dueñas del Diario, pagarán una buena recompensa a la valiente que sea capaz de escapar de su jaula y entregar al mundo su gran historia, así conoceremos a Hasret y todo su alrededor. Y hasta aquí puedo contar.

Se me queda corta la entrada para esta publicación, es mi mejor libro de 2021 hasta el momento. Me ha sorprendido la pluma de la autora, perspicaz, desgarradora, inquietante, construyendo una historia con momentos de infarto, giros argumentales a tope, personajes de los más viscerales, rebeldes, fuertes, marcados. Estamos ante una novela de ficción histórica y romance sin igual, llena de acción, donde el mundo de las letras es un enclave fundamental: Hasret será la sangre, el alma; Kael, el corazón; Anick, las ganas de vivir; y Murat, la ilusión. Contada a 3 voces, con un viaje fascinante a Estambul, el aroma de su clímax. 

Aviso a navegantes: Si sois de leer antes de dormir para relajaros, no vais a poder, preparad una tila para tanta locura y frenesí. Se os quiere.