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Nos encontramos ante la última parte de una trilogía que me ha mantenido en vilo desde el principio. Tenemos a Rox viajando a buscar la verdad de su aldea y que no solo la encontrará sino que se llevará más de una sorpresa no muy agradables y que acabaran por llevarla ante Ruxus, un nuevo personaje que guarda muchos secretos y ayudará a nuestros amigos más de lo que podíamos pensar en un principio . Xein se encuentra en el Frente Oriental, luchando contra todo tipo de monstruos, desde los que hemos visto en libros anteriores hasta monstruos gigantes (los colosales). Y nuestra protagonista, que viajará junto a Loxan, en un nuevo carro blindado para rescatar a Xein del castigo que le habían dado en la Ciudadela los propios Guardianes. Si bien este libro no lleva el mismo ritmo de acción que las anteriores partes, hay que entender que es debido a que nos ofrece mucha información sobre el pasado y el presente para que sea posible que todas las piezas encajen y no dejar nada al azar. Además, la narración es compartida por los 4 personajes: Axlin, Xein, Rox y Ruxus para que no se nos escape ningún detalle o pensamiento en ningún momento. Gracias a esta forma de narración por capítulos contados por distintos personajes, he podido acercarme más a Rox, conocerla y sentirme más a fin a sus razonamientos y acciones. Y no nos olvidemos a Ruxus, que aunque es un nuevo personaje, sus capítulos son de los que más me han gustado y que, por no hacer spoiler, no puedo contar de qué van (lo siento). Último libro de esta trilogía, con un ritmo trepidante, en el que conoceremos más sobre los monstruos y nuestros personajes. Con un final que me ha encantado. Le doy un 5/5 porque el ritmo era el perfecto para este final de historia y tanto los personajes como los monstruos han sido muy bien pensados y se han mantenido fieles desde el primer libro. Ha sido de los libros que más me han gustado de Laura Gallego. |
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