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Alas de fuego es la primera entrega de una bilogía que me enamoró en su momento. Este libro nos transporta a un mundo de fantasía regino por una joven reina tutelada por un ángel femenino: Ahriel, cuya misión es velar por la protección de la reina, así como guardar la paz en los reinos humanos. Pero su trabajo se ve truncado por el deseo de iniciar una guerra y su contradicción da lugar a que sea traicionada y encerrada con las alas encadenadas. Así, es como Ahriel acaba en Gorlian. Ahriel es la protagonista clara de la historia y no pude odiarla más por su soberbia y altanería, sin embargo, a medida que avanza la historia y su espíritu angelical se corrompe al ser privada de su capacidad de volar y verse obligada a vivir como una humana. Durante todo este periodo, el lector asiste a la trasformación de Ahriel y es inevitable empatizar con ella. Realmente el comienzo de la lectura fue duro por la actitud de ella pero, a medida que fue avanzando disfruté mucho de la historia y quedé con ganas de más. |
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