Cuando Kenny ya está preparado para irse, conoce a Lena, una artista que es todo caos y anarquía. Una historia adictiva, tierna y esperanzadora que me ha gustado mucho y que me ha hecho sufrir hasta el maldito último momento. Ella es tan caótica, natural y auténtica que no me ha podido conquistar más. Él es encantador, exigente y muy tozudo, por lo que unas veces me sacaba de quicio y otras lo entendía a la perfección. Me ha encantado su relación, cómo se complementan y que haya tanta pintura de por medio. He disfrutado mucho de las intervenciones de Erik y Kat y creo que se merecen todo lo mejor de este mundo. Un New Adult que sin duda recomiendo.
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