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¿Quién es capaz de escribir una novela negra de más de 1000 páginas? Nada menos que J. K. Rowling bajo seudónimo. Creo que sea una de las pocas autoras que sea capaz de crear un universo y escribir y escribir sin salirse de él. El detective privado Cormoran Strike es abordado en plena calle por una mujer que le pide ayuda para encontrar a su madre, Margot Bamborough, desaparecida en 1974 en extrañas circunstancias. A pesar de que nunca se ha enfrentado a un caso ocurrido tantos años atrás y de ser consciente de las escasas posibilidades de éxito, Cormoran Strike y su compañera, Robin Ellacott, acaban aceptando el caso. Estamos ante un caso diferente a lo que la autora nos tiene acostumbrados en las anteriores entregas. Nos encontramos con la investigación de una desaparición con 40 años de antigüedad. Y, aunque no hay nada de lectura trepidante, a medida que nos sumergimos en la trama, nos topamos con una historia terriblemente compleja y oscura, porque, por una investigación policial fallida, el cadáver de Margot nunca fue encontrado y el principal sospechoso fue un asesino en serie actualmente encarcelado en un psiquiátrico Y, aun así, ¿cómo llegamos a las 1000 páginas? Pues muy fácil, mezclando la investigación con la vida personal de los protagonistas. A parte de las tramas, creo que el punto fuerte de la serie es la evolución de Cormoran y Robin, quienes para mí son unos personajes muy trabajados, definidos y con los que es muy fácil identificarse con todas sus luces y sus sombras. Y así... comienzas a leer, te metes de lleno en la compleja investigación, en las desastrosas vidas de los protagonistas y cuanto te das cuenta, ya han pasado 1000 páginas… y necesitas el próximo libro ya... o por lo menos es como yo lo he sentido, las páginas se me han pasado volando… ☺☺ |
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