La joven de las naranjas

Hacerle una crítica a este libro es complicado, principalmente porque ando en la pista de un chico de los perros, así que me siento muy en concordancia con uno de los narradores principales, pero claro, no quiero acabar como él.

Jan Olav es un humano como pocos, es un personaje entrañable y cuenta una historia que sin complicaciones nos muestra la belleza y la dureza de la vida, al mismo tiempo nos plantea una sola pregunta y deja que la respuesta cualquiera sea vaya calando en nuestra alma. Gaarder va sin prisa y sin pausa, nos enternece, nos emociona, mezcla temas tan variados como astronomía y paternidad o filosofía y nostalgia mientras que entre las páginas de su manuscrito se pasea el casi omnipresente Jan Olav arrancándonos lágrimas y carcajadas, llenándonos la cabeza de lo que a mi parecer es lo que realmente importa.

Ahora bien, también he de mencionar que la escritura de Gaarder es simple, corrida, sin florituras, un estilo puro y sin complicaciones, esto sumado a la trama relativamente llana debería dar como resultado una historia sin pena y sin gloria, sin embargo, logra algo impecable, inocente, interesante y poco corriente. Para mí, 5 estrellas.