La niña de las paredes

Eddie y Marshall son dos hermanos adolescentes. Eddie es el hermano menor y de vez en cuando cree ver en su casa a una niña. Tanto él como su hermano Marshall sienten la presencia oculta que los observa y les juega malas pasadas e incluso le desaparecen o les cambian de lugar algunos objetos.

Elise es la niña que se esconde en las paredes de la casa de los hermanos Mason. Sus padres murieron y ella volvió a la casa donde vivió y fue feliz, pero la casa tiene ya otros dueños. Elise evita ser vista y vive en soledad detrás de las paredes, observando la vida de la familia que ahora ocupa su casa.
"La niña de las paredes" es la primera novela publicada del autor A. J. Gnuse, quien ya publicó anteriormente sus relatos en revistas y medios tales como Los Ángeles Review o Gulf Coast, entre otros.

Es muy complicado hablar de "La niña de las paredes" sin destripar nada importante, ya que es una historia llena de misterio, así que no voy a desvelar nada más que lo que la editorial ha decidido contar en su sinopsis, y que el misterio esté presente en todas las páginas, de principio a fin.

La sinopsis cuenta una premisa la mar de atractiva, sobre todo para aquellos lectores que sean fans de las historias de misterio. Porque… que un niño vea de reojo algunas veces a una niña en su propia casa y que no se atreva a mirar plenamente porque no sepa si lo que ve es real o no, si es una niña de carne y hueso, o es un fantasma, es totalmente misterioso.

Es un libro que se devora, literalmente, y mucha culpa de ello lo tienen sus capítulos que son muy cortos, algunos incluso de una página, esto hace que se lea con mayor avidez, ya que cada capítulo deja con ganas de más.

A pesar de que aparentemente es un libro poco ágil, tiene algo implícito en su historia y en su forma de contarla que es imposible dejarlo en un solo capítulo más. La trama es más bien lenta y parece que no pasa nada, pero ahí está la habilidad del autor, que lo cuenta de tal forma que su lectura logra enganchar. Esto se triplica a partir de un suceso en la historia, en la que la acción se acelera y por lo tanto la curiosidad del lector posiblemente se va a desbocar, haciendo que sea un "pasapáginas".

Otro atractivo de "La niña de las paredes" es que mantiene el nivel de misterio durante todas sus páginas. Y este misterio deriva de saber si la niña que vive en las paredes, Elise, es una niña viva de carne y hueso que se ha escondido en la casa en la que se crio, o bien es un fantasma que habita en ella. Durante toda su lectura, hice mil cábalas acerca de esto y cambié de opinión otras tantas, así que puedo asegurar que el autor ha hecho bien su trabajo y ha mantenido el misterio de principio a fin.

La estructura de la historia me ha gustado, aunque está narrada en tercera persona, hay capítulos en los que viviremos los hechos desde la mirada de los hermanos Mason y otros en los que nos meteremos en la piel de la niña Elise.

A pesar de que "La niña de las paredes" es una novela de misterio, si profundizamos un poquito, veremos que además es un drama. Por una parte, está el drama de Elise, el autor resalta la soledad a la que se ve sometida al sentirse huérfana y ver cómo se le ha arrebatado su casa. Por la otra veremos el drama sobre todo de Eddie, que vive en su propia casa con el miedo de pensar en la niña al no saber si es real o un fantasma.

El autor ha sabido crear un ambiente oscuro y tétrico y en algunas ocasiones he llegado a sentir agobio y angustia al recrear ciertas situaciones, sobre todo en la parte final donde la acción se desboca y se agiliza muchísimo, gracias a una tercera persona que entra en escena con dobles intenciones.

En resumen "La niña de las paredes" es una novela en la que el misterio está asegurado de principio a fin, donde el lector va a poder vivir escenas de angustia, todo muy bien escrito y mejor ambientado. Un drama disfrazado de misterio. Sin duda la recomiendo.
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