Por supuesto que no es él

Él es príncipe, pero odia su vida. Ella es una chica normal que trabaja en una editorial explotada por su jefa. Una noche loca, sin identidades, un secreto y un reencuentro.

Choel va a cumplir treinta años y le quedan muchos sueños por cumplir, su jefa la explota en la editorial que trabaja. Su padre no está, pero por su cumpleaños siempre le hacia una especia de búsqueda del tesoro, sus amigas harán una esté año, pero lo que ella no sabe es que vivirá una noche loca con un chico de ensueño.

Tyler es un príncipe, pero que no quiere serlo. Se siente atrapado y asfixiado, cómo su madre antes de fallecer. Quiere libertad, hacer su vida y vivir cómo él quiere no cómo le impongan. Se lleva mal con su padre, con su madrastra y siente que sus hermanastros son pesados.

Cuatro semanas después de un encuentro subido de todo pasan dos cosas, una ella se entera que está embarazada y no sabe cómo encontrar al padre. Dos hay un nuevo jefe en la oficina y no puede creer lo que ven sus ojos es él, pero además se entera que es un príncipe.

El romance empieza con una atracción que ninguno de los dos puede evitar, luego el embarazo hará que pasen más tiempo juntos y entonces empiezan a conocerse y ver que hay mucho más detrás de ellos, que la otra persona es alguien con la que quieren estar.

En el caso de Tyler veremos ese dilema entre el deber y lo que quiere, el separarse de esa familia que lo asfixia y lo controla, un lugar donde no se siente él. Y a su vez encuentra una mujer que lo desafía y a su vez le hace ser un chico corriente.

Choel debe aprender a soltarse de su jefa que es abusiva y tóxica, quererse más a ella misma y ver que ese hombre es mucho más de lo que parece.

Sueños, anhelos, un amor inevitable, risas y una historia con un reino, la prensa detrás de ellos hará que Choel se planteé si él merece la pena.