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Entro en el mes de junio por la puerta grande con esta lectura. En "Cruces de Estambul" se dan la mano Oriente y occidente, Europa y Asia, separadas por un canal y unidas por sus puentes. Eva Rivera, antropóloga y escritora en un momento duro personal, viaja con su mejor amiga a esta ciudad llena de matices. Allí conocen a un historiador educado, culto y musulmán, pakistaní para más señas, Adil. Desde el inicio una extraña atracción se manifiesta entre ambos, una atracción que va más allá de lo físico, casi espiritual, diría. La trama se desarrolla entre los lugares que este va mostrando a las chicas, la Estambul que él conoce desde sus ojos de extranjero venido del lado contrario. La narrativa es preciosista, muy visual, el léxico exquisito como los dulces que Adil da a probar a Eva en uno de sus momentos compartidos. La musicalidad genuïna que se mastica entre palabras y detalles, pensamientos y emociones envuelve al lector en un mundo nuevo. Es como abrir los ojos y ver por primera vez. Confieso que he leído esta novela con el kindle en una mano y el móvil en la otra viendo las imágenes de los entornos que se describen, completamente absorbida y bebiendo de cada coma y cada punto. El ritmo que imprime es para eso, para degustarlo con todos los sentidos. "Cruces de Estambul" es más que una novela romántica, es una mano tendida hacia el Islam, comprensiva, pura aceptación. Una reconciliación entre culturas. Rompe estereotipos y se deshace de los prejuicios. Eva reconoce a Adil en sus creencias y lo apoya por encima de sus deseos. Adil olvida parte de su ser para acercarse a la visión cristiana de Eva, para ayudarla a descifrar sus misterios. Ambos inician un camino que los cambiará para siempre. En la concepción de esta novela también me ha llamado la atención como juega alternando los capítulos que nos cuentan la historia de amor de sus protagonistas y los supuestos artículos periodísticos que Eva escribe para una revista cultural. En ellos trata sobre leyendas árabes, episodios pseudohistóricos, curiosidades, pequeños escritos que en ocasiones parten de alguna cita del Coran. Sin lugar a dudas, es una novela para leer, releer y volver a leer, entendiendo y parándose en cada párrafo. Seguiría contando más de estos protagonistas tan especiales, de cómo nos introducen en sus diferentes mundo. Esta, reseña podría ser eterna. No es plan, pero podría. La recomiendo a cualquiera porque es arte literario puro. Sí, me ha gustado mucho. Léela y me lo discutes, si puedes. Te adelanto que acabarás igual de maravillada que yo. Cinco estrellas y porque no hay más; con lo que me cuesta darlas, le pondría diez o doce. Enlace: https://www.instagram.com/es.. |
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