 |
Nos encontramos aquí con una novela de ciencia ficción donde nuestro protagonista descubre que puede viajar al pasado, pero a cambio en ese retroceso, tiene que sufrir 83 segundos de agonizante dolor. Si bien la novela y su premisa me llamaban mucho la atención y me parecía que podría ser de mis lecturas top, en este caso no ha sido así. Es una novela que está dividida en tres partes, con capítulos relativamente cortos y con una pluma que consigue enganchar al lector. No todas las partes me han gustado igual, algunas me han gustado más que otras. Se nota que detrás de la novela hay una buena investigación sobre los sucesos que acontecen en dicha novela, creo que el autor ha hecho un buen trabajo de documentación. Aunque hay veces que las descripciones de los sucesos han llegado a aburrirme y sacarme de contexto, quizá si no se hubiese alargado en explicarlos podría haber mantenido una mejor lectura. También digo que no quita que no haya sido una novela entretenida y que se lee en dos tardes. de las que te enganchas y necesitas saber cómo va a acabar todo. Que como siempre digo, eso es un punto a favor. Sobre nuestro protagonista no siempre he estado de acuerdo en cómo actuaba, pero si que me he podido poner un poco en su piel y entender un poco el porqué de ciertas cosas. Luego el final no he llegado a entender si conseguía o no su propósito, aunque el primer epílogo si me gustó lo que consiguió con sus actos. La verdad es que me esperaba otra cosa en esta lectura, pero no quita que haya cumplido su función de entretener y que haya habido momentos que me han gustado mucho. Pero creo que simplemente, no ha sido para mí. Creo que a otros os puede gustar más y la podréis disfrutar más aún. Todo es mi opinión mis gustos. Y siempre con respeto. Una lectura entretenida a pesar de todo. |
>
