Me ha resultado una historia muy interesante, pero no así la forma de contarla. La trama que se desprende de la historia familiar de Nina es espectacular, y nos lleva a pensar en cuánto desconocemos de las personas que comparten nuestra sangre. ¿Cuántos secretos guardados, para bien o para mal, tiene esa gente que nos cuida, nos ama, nos perdona y nos sostiene? ¿Cuántos de ellos nos implican directamente a nosotros? La historia de Andreina nos transporta al relato de su vida unido al de sus ancestros femeninos y con ello nos enseña el misterio familiar tan bien guardado y que la incluye a ella desde bien pequeña. Nos relata las vidas de cinco mujeres fuertes y luchadoras, cada cual a su manera, que han sabido enfrentarse a los envites que les ha dado la vida, y la forma que tienen, de cuidarse unas a otras con esa sororidad tan suya de la sangre. Como ya he dicho, es una historia fascinante, y como tal la he disfrutado, pero tiene esa forma de contarse tan propia de las anécdotas familiares, tan circular y redundante, que a veces me sacaba de la historia. Es una narración increíble, que me recuerda a los mejores momentos del realismo mágico de Isabel Allende, pero a la vez resulta tan familiar que nos hace perder un poco el hilo. He extrañado quizá que el relato fuera un poco más largo o que se nos adentrara más en las historias de Mercedes y Nubia, pero con todo esto, es una historia que merece ser contada y divulgada. |