-No tengo la intención de convertirme ni en juez ni en parte de una historia que solo te pertenece a ti. El egoísmo va intrínseco en todos nuestros actos, desde que nacemos. Incluso antes, desde que somos engendrados. Nuestras decisiones deberían ser siempre nuestras, aunque sean las equivocadas. Y el arrepentimiento en muchos casos, tampoco da la felicidad. Solo un poco de tranquilidad en nuestra conciencia, otra perspectiva distinta al hecho de que nos llevó a realizar una acción que, a lo mejor, hubiéramos cambiado. En ocasiones, no conocemos el alcance de aquello que hemos elegido. Si fuera así, seriamos...-dejó la frase sin finalizar, sintiendo la punzada de sus propias palabras- [...]
|