¿Una novela que combina una investigación compleja, un contexto histórico rico y muy fiel, todo envuelto en una atmósfera oscura? Pues me engancho como era de esperar. Valentín Verne es un inspector de los Buenos Modales de París, un muchacho inteligente, brillante, de mente rápida y de comportamiento frío y gélido cuando es necesario, que se ve envuelto en la investigación que se encarga por el aparente suicidio de Lucien Dauvergne, vástago, además de único heredero, de una familia adinerada, que se arroja por una ventana, después de una agradable velada en compañía de la que debería ser su futura esposa. Valentín Verne, por lo tanto, se encuentra investigando algo más grande que él mismo, algo que nació en las profundidades del París de la Restauración, cuando Carlos X fue depuesto y Luis Felipe, de la Casa de Orleans, fue puesto en su lugar. En este período de agitación, en el que la nobleza parisina resistió y en el que los republicanos se reunieron en secreto, Éric Fouassier ha logrado encanjar a la perfección ese París en plena agitación con una investigación que te mantiene pegado a sus páginas. No quiero contaros mucho más ya que os desvelaría más de lo necesario, solo os recomiendo ir leyéndola con calma ya que para mi no fue una lectura ágil. En conclusión, un gran inicio de lo que pinta ser una saga de libros que sin duda seguiré leyendo. |