Soy una lectura muy estacional, por eso en verano suelo escoger alguna lectura que tenga como temática los amores de verano o ambientación veraniega. Aunque no se vaya a convertir en uno de mis favoritos por la poca profundidad que le encuentro a los personajes, sí ha sido un libro que he leído con cariño y que me ha mantenido atenta, interesada y en algunos momentos, me ha conmovido. Cuando leemos un libro con algún cliché sabemos que hay una narrativa esperable, por eso es muy especial encontrarnos con historias que, de alguna manera, nos conectan con algo diferente, algo que consigue removernos y querer seguir leyendo. Todos nuestros veranos lo consigue. |