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Dice Andrés Trapiello en su prólogo que Elena Fortún escribió esta novela en el exilio de Argentina, donde siguió a su marido, oficial en el ejército de la república, y no la publicó fuera de España por que hubiera sido prohibida por los vencedores, pero también incomprendida y probablemente descalificada por los vencidos. Crónica descarnada de la guerra civil vista por los ojos de una adolescente que ve creciendo en un mundo que se ha vuelto loco. En realidad narra la experiencia de la autora durante los años que vivió en la zona republicana hasta que acaba la guerra e inicia el camino del exilio. Fue publicada después de la muerte de la autora y ya en plena democracia. A pesar de sus profundas convicciones republicanas, Elena Fortún no era comunista ni fascista y narra de manera objetiva los desastres de la guerra, la violencia sin sentido sobre la población civil, los paseos, las checas, las venganzas entre vecinos, el egoísmo, pero también habla de la generosidad en tiempos difíciles, la preocupación por los demás, los héroes anónimos que siempre surgen en momentos como esos. Y ello sin idealizar a ninguno de los bandos, la realidad sin manipular. Libro que pertenece a la serie infantil y juvenil protagonizada por Celia, es sin embargo de lectura muy recomendable para un público adulto, como dice Trapiello en su prólogo, una de las mejores novelas sobre la Guerra Civil que deberían leer los nietos de los unos y los otros. |
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