Nada que perder

Viajamos a Galicia para conocer a nuestra protagonista Blanca. Durante su infancia sufrió un episodio que cambió su vida tras la desaparición de sus mejores amigos: Nicolás y Hugo. Ella fue encontrada en una cesta al día siguiente sin recordar nada de lo sucedido.
Veinticinco años después aparecen los restos de los niños en un yacimiento. Louis periodista encargado de dar la noticia contacta con Blanca para iniciar una investigación conjunta y descubrir qué pasó aquel 12 de agosto de 1979.
Tengo sentimientos encontrados con este libro. Por una parte, me ha resultado lenta y he perdido el hilo varias veces. En mi opinión, narra acontecimientos del pasado que son irrelevantes en la trama. Anécdotas, vivencias contadas de manera tan extensa que cuando volvía al presente me encontraba pérdida.
Dejando a un lado estos aspectos, considero que es una historia original que trata temas interesantes como lo duro que es no poder recordar. La perdida de los hijos y como el tiempo no es capaz de borrar ese dolor por muchos años que pasen.
Como digo siempre, esta es mi opinión, que no haya sido para mí no quiere decir que no pueda ser para vosotros.