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Este libro me llamó la atención porque quiero saber más sobre feminismo y pensé que era una buena oportunidad. Realmente creo que podemos llegar a tener trabas psicológicas debido a la gran opresión con la que convivimos las mujeres, muchas veces sin darnos cuenta. En los últimos años he aprendido a ver muchas de estas situaciones y es una situación angustiosa, porque los cambios llegan con cuentagotas y hay que estar combatiendo constantemente para que no nos quiten lo que hemos conseguido. Así que me adentré a la lectura con buen ánimo, con ganas de aprender, pero a medida que avanzaba ese buen ánimo fue decayendo. No lo había visto que fuese a ser un libro de autoayuda, pero así es, y yo no soy muy fan de este tipo de libros. Se compone de tres partes y en una de ellas se proponen ejercicios muy entrelazados con la creatividad. Me parece que hay que estar muy predispuesta para aceptar hacerlos, por mucho que la autora quiera persuadirnos de ello. En mi caso no lo he hecho y dudo de su efectividad contando únicamente con el apoyo de un libro, no digo que no pudieran ser útiles en compañía de un terapeuta o psicólogo. O tal vez se deba a que ya soy una persona creativa y a que también escribo ya un diario. En otra de las partes se pasa a explicar un poco todas las barreras que impone la sociedad patriarcal, como nos limitan y se transmite la idea de que hay que aceptar que no podemos ser tan duras con nosotras mismas aun cuando caemos en estas limitaciones. Podemos ser feministas y aun así hacer o sentir cosas que sabemos que están ahí porque las hemos interiorizado debido a la sociedad en la que vivimos. Es una buena idea, pero los temas de los que habla, además de no profundizar mucho en ellos, son bastante básicos, por lo que he sentido que es un libro para mujeres que no están muy formadas en feminismo y que están en el proceso de encontrarse y de ver todo en lo que nos afecta el patriarcado. En cuanto a la narración, me gusta como escribe la autora, pero el modo en el que se organiza el texto no me convence. Continuamente se rompe el hilo de la lectura por citas de reconocidas mujeres feministas o por unos titulares que aportan más bien poco. A medida que leía esto me enfadaba más y más porque me interrumpían constantemente y me provocaban una sensación de cansancio. Entiendo que es un recurso que pretende aportar dinamismo a la lectura, pero para mí ha sido todo lo contrario. La portada es sencilla, pero me ha gustado el detalle de que en cada una de las partes que componen este pseudomosaico con la silueta de una mujer incluye el nombre de una mujer célebre que ha aportado algo a la causa feminista, como Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, Clara Campoamor, Jane Austen, las hermanas Brontë… me parece una muy buena idea. La visión general que me llevo del libro es que trata el feminismo pero no desde el enfoque que yo buscaba y que tal vez a según qué personas les pueda interesar, pero advierto que si no nos van los libros de autoayuda, creo que no lo disfrutaréis del todo. |
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