Primeras impresiones

Sara tiene 17 años y con mucho sacrificio obtuvo una beca completa para estudiar en uno de los colegios más elitistas de Barcelona en la que sus alumnos forman parte de la más alta sociedad y son herederos de grandes imperios, hijos de deportistas famosos, actores y grandes empresarios. Viene de una familia humilde, es hija de una joven madre soltera que ha trabajado toda su vida para salir adelante y es consciente de que para poder estudiar en una buena universidad y forjarse un buen futuro necesita estudiar mucho y sacrificarse al máximo ya que no pueden permitirse costear los estudios en alguna universidad de categoría.

Rodrigo viene de una familia acomodada y además es uno de los actores del momento. Es el actor principal de Corazones de algodón, la serie juvenil más popular de los últimos años y también es, junto con los demás miembros de la Élite, el chico más popular del instituto.

La Élite es como se hacen llamar Rodrigo, Bruno y Alejandro. Prácticamente son los dueños de la escuela, a quienes todos admiran, quieren agradar y siguen en todo momento.

El primer día de escuela Sara ocupa el lugar de uno de los miembros de la Élite y por no querer moverse de allí, a partir de ese momento, comienza una guerra entre ellos. Rodrigo, el cabecilla del grupo, se empeñará en demostrarle a Sara quienes son los que mandan allí y como funcionan las cosas en ese instituto.

Sara no está dispuesta a perder su beca culpa de unos niños mimados, todo su futuro depende de la posibilidad de estudiar en esa escuela y de conseguir otra beca para estudiar en una universidad de categoría que jamás podría costear de otra manera, es por eso que decide redoblar sus esfuerzos con el estudio. Hará oídos sordos a las críticas y burlas de los demás estudiantes que siguen como perritos a la Élite y se esforzará al máximo para cumplir su sueño.

Rodrigo, poco a poco, comienza a notar que Sara es distinta a todas las chicas que ha conocido. Acostumbrado a vivir en un mundo de apariencias descubre a una persona completamente real. Alguien a quien no le importa su fama, su fortuna o su belleza. Sara tiene claras sus prioridades y sin quererlo hará que Rodri comience a fijarse en ella, en su inteligencia, su tenacidad y su fortaleza. A pesar de la gran desventaja que Sara tiene respecto a todos los demás estudiantes de la escuela, siempre intentará sobresalir aunque por eso tenga que esforzarse el doble. El problema es que a ella Rodrigo le resulta una persona completamente desagradable. Él representa todo lo que ella detesta y decide mantenerse alejada de su persona para poder terminar el curso en paz y centrarse en lo que considera verdaderamente importante.

El libro está narrado a dos voces por Sara y por Rodri, por lo que es súper sencillo conectar con ambos protagonistas. En todo momento sabremos lo que están pensando y lo que están sintiendo y creo que es un gran acierto de la autora. Estoy segura que si la historia estuviera solamente narrada por Sara no podríamos ver al Rodrigo que se esconde detrás de toda esa superficialidad sino el que aparenta ser. Desde el primer capítulo gracias a la narración en primera persona conocemos el flechazo que siente por Sara y por qué se comporta de la forma en que lo hace.

Algo que me gustó mucho es todas las menciones que Vanessa hace de grandes obras de la literatura pero sobretodo a los libros de Jane Austen (principalmente a Orgullo y prejuicio, al cual debemos el nombre de esta novela). Como lectora encontrar a un personaje que ama tanto los libros como yo me hizo sentir una conexión muy especial con Sara. La misma autora nos cuenta en la nota de autor que este libro se inspiró en este gran clásico y que al inicio surgió como un retelling del mismo, pero luego la historia fue creciendo hasta convertirse en esta gran novela que se puede leer y entender a la perfección aún si jamás han leído el clásico de Austen.

A pesar de ser un libro bastante gordito (tiene más de 700 páginas) puedo asegurarles que gracias a la pluma sencilla y fresca de Vanessa se hace una lectura muy ágil y fluida. Los capítulos son cortos, dinámicos y con muchos diálogos que hacen la lectura fácil y entretenida.

Los personajes son todos súper entrañables. No sólo Sara y Rodri que son los principales sino también los secundarios. Además de los miembros de la Élite (Alejandro, Bruno y Jordi), también conoceremos a Ingrid y Claudia, las amigas de Sara, que también tienen su pequeña historia dentro de la historia principal. También está la mamá de Sara que fue uno de mis personajes favoritos ya que me hacía reír todo el tiempo con sus comentarios y ocurrencias. Y por supuesto también tenemos a los grandes antagonistas de esta historia: Mario y la mamá de Rodrigo que siempre intentarán interponerse en la búsqueda de la felicidad de los chicos y que en más de una ocasión lograrán hacernos gritar de bronca e impotencia y sacarnos canas verdes.

Los personajes a pesar de tener 17 años son muy maduros y pese a ser un libro juvenil creo que cualquier adulto puede disfrutarlo tanto como yo. Lo que más destaco y amé sobre todas las cosas fue la forma de ser de Sara. La autora nos muestra a una mujer que a pesar de su edad tiene muy claro lo que quiere en la vida. Es una luchadora que se esfuerza siempre al máximo, que es tenaz y que no tiene problema en admitir sus errores. Alguien inteligente, culto y noble que inspira a quien la conoce (incluidos a los lectores).

Rodri también es un personaje precioso. al principio de la novela conoceremos a un fanfarrón que acostumbrado a ser siempre el centro de atención mostrará una cara, pero con el pasar de los capítulos será muy fácil empatizar con él ya que nos mostrará a un ser sensible, generoso, y respetuoso y quien se hará querer desde un inicio.

Últimamente estoy bastante quisquillosa con mis lecturas, así que a pesar de haber disfrutado enormemente este libro no le pondré una puntuación máxima por dos pequeños detalles: el primero es que siento que algunos lectores pueden pensar que el libro es muy extenso. Creo que hay momentos que se podrían recortar en la historia sin que esta se vea afectada ya que son partes en las que no sucede nada relevante y de alguna manera la lectura puede resultar un poco pausada. El otro detalle es que quizás el final ha sido un poco precipitado. A ver, no me malentiendan, ese desenlace ME ENCANTÓ, pero me hubiera gustado que sea un poquito más extenso. Teniendo en cuenta el tamaño del libro, creo que si se hubiera añadido un epílogo al final hubiera estado perfecto.

En fin, es un libro cien por ciento enemies to lovers que recomiendo ampliamente a los amantes de este cliché y del romance. Es la primera obra de la autora pero no tiene nada que envidiar a escritoras más conocidas del género. Es una historia divertida y muy entretenida que engancha desde un inicio. Les aseguro que no es una más de esas tantas historias de instituto con dramas tontos que aburren por ser tan repetitivas. Aquí encontraremos personajes virtuosos, con muchas cualidades que se ganarán tu corazón porque lucharán por sus sueños y mostrarán fuerza, valentía y por supuesto nos demostrarán que muchas veces las primeras impresiones no siempre son las correctas.