Nunca más su nombre

En esta historia se narra la relación entre el escritor y su padre, una historia difícil de abandono y machismo que ha dejado profunda huella en el protagonista. de igual manera aunque sin alcanzar del todo el nivel protagónico, se deja entrever la violencia que habita en nuestro país, y los desaparecidos, y a manera de contraste, la presencia de la amistad, del amor como algo a que aferrarnos para sobrevivir el día a día.

“El día que me dijeron papá se está muriendo, estábamos mudándonos de casa y desempleados. Había jurado no regresar a Zacatecas, ciudad estrecha, de personas cerradas como sus callejones”. Así, con esta categórica frase que invita a seguir adelante, comienza el protagonista a contar una historia personal donde prevalece la figura paterna como eje central. La novela se asemeja más a un ajuste de cuentas que a una retrospectiva del pasado.

“¿Qué debe de hacer uno con lo que sabe, cuando no desea saberlo y quiere arrancarlo de su cabeza? ¿Qué debe de hacer uno con tanto coraje, si el coraje mismo termina pudriéndolo a uno y haciéndolo tomar decisiones que no debe de tomar?”, se pregunta el Joel protagonista en algún momento, antes de decidirse a aceptar la invitación a una cita en la que, hipotéticamente, habrá de reconciliarse con el padre.

Este libro nos hace ser consientes de nuestra propia realidad y los rencores que consientes o inconscientes traemos arrastrando en nuestro interior.
Del machismo, de la sumisión en nuestros hogares de infancia de los mismos patrones con los que vivimos hasta hoy día y sobre todo el dilema de perdonar o no al que se supone es la persona mas importante de tu mundo.