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Una historia romántica que atrapa desde la primera página. No voy a engañar, es algo trágica y el primer capítulo deja muy impactada y con muchas ganas de más. A partir de ahí, la trama no para de evolucionar y, con ella, los personajes. Iris y Jon me han parecido maravillosos. Los capítulos se alternan entre ellos, en primera persona, contando su punto de vista, sus emociones y sus sentimientos. En este aspecto, la autora ha sabido expresar las situaciones y cómo se encontraban los personajes a la perfección. No ha hecho falta mucha imaginación para saber qué estaba sucediendo en cada momento y eso ha hecho que la lectura sea mucho más fluida. La historia es romántica y ese va a ser el eje de los acontecimientos, pero de la forma en la que está escrito y cómo se va sucediendo todo hace que enganche y se quiera saber qué va a ocurrir a continuación. Iris y Jon son personajes que me han fascinado con su evolución y su recorrido a lo largo de las páginas. Es cierto que, para mí, el que más cambia es Jon; aunque Iris también tiene su punto importante. Además de los dos principales, los personajes secundarios me han parecido maravillosos y muy importantes en el desarrollo de la historia. Imprescindibles y absolutamente increíbles. En este libro se habla de superación, de dolor, de fortaleza, de amistad, de amor. Todo ello ingredientes perfectos para una trama interesante que, además, está muy bien tratada y llevada para que no se haga pesada. Un libro muy recomendable para los amantes de la romántica con un toque dramático. |
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